La imagen del Nazareno de la misión de Jalpan luce fotografías de familias, jóvenes e incluso una Green Card, en agradecimiento por los milagros hechos, muchos de los cuales tienen que ver con la migración, y en donde en estos días los paisanos radicados en el norte pasan las fiestas navideñas en su tierra.

No es la única imagen a la que se le pide por un pariente migrante. Otros santos también han hecho milagros a los parientes de los migrantes y éstos muestran su agradecimiento con la foto, o el exvoto escrito en una hoja de papel.

Una misa se lleva a cabo en la misión de Jalpan. Es la graduación de una generación de jóvenes que terminan sus estudios superiores. Algunos de los padrinos son migrantes recién llegados al pueblo, que orgullosos posan para las fotos del recuerdo.

Afuera los vendedores de elotes, papas y otras viandas aprovechan para ofrecer sus productos. A unos metros, los vendedores de ropa, juguetes e imágenes religiosas, también aprovechan la presencia de los migrantes y sus familias.

Otro de los lugares que registran aforo de personas es la oficina de telégrafos, donde acuden vecinos de las comunidades cercanas, quienes desde temprana hora hacen fila para poder cobrar los envíos de dinero que sus familiares en Estados Unidos les mandan y que en esta ocasión no pudieron venir a México.

Las jóvenes y los jóvenes visten como chicas y chicos de ciudad. Caminan constantemente viendo sus teléfonos inteligentes. Muy diferente a las generaciones mayores, quienes aún usan sombreros y botines, en el caso de los hombres, mientras que las mujeres usan faldas largas y se cubren del frío con rebozos, manteniendo su identidad como personas más ligadas al campo y a su tierra.

Los jóvenes, por el contrario, usan tenis de marcas extranjeras, jeans Levi's y chamarras Tommy Hilfiger. La influencia de la migración y la moda del otro lado está presente. Los jóvenes que no migran observan el paso de las camionetas full size que en el mercado mexicano cuestan casi un millón de pesos o más, objetos fuera del alcance de los jalpenses que se quedan.

Los locales comerciales lucen llenos de mercancías. Son buenos tiempos para todos. Incluso los boleros del jardín viven tiempos buenos. En menos de una hora cinco boleadas. 150 pesos en menos de una hora.

A diferencia de otros municipios, en Jalpan las oficinas en esta época no cierran. Deben atender asuntos relacionados a los migrantes y sus documentos. Asesoría legal para visas o pasaportes son frecuentes en este tiempo.

En redes sociales también se hace eco de la presencia de los migrantes. Circulan publicaciones que explican cómo entender el lenguaje del paisano que llega al país. Troca, bus, soda, quechu, son algunas de las palabras que se recomienda conocer para poder entender a quienes se fueron al norte y ahora están de vuelta, que con sus palabras en inglés, su forma de vestir y sus remesas cambian el estilo de vida y la cultura de la Sierra Gorda.

arq

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