Al año se presentan 14 mil 600 muertes asociadas a la exposición de las partículas PM2.5 que se encuentran en el ambiente, estimó el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

En entrevista con EL UNIVERSAL, el investigador del INSP, Horacio Riojas, detalló que dicho organismo realizó un estudio que se publicó a principios de este año en el que se analizaron los impactos de las partículas PM2.5 en la salud de los habitantes de las 15 ciudades más pobladas del país, como la Ciudad de México, Toluca, Guadalajara y Monterrey, por mencionar algunas.

El estudio arrojó que al año, más de 14 mil decesos se asocian a estas partículas, de los cuales más de las dos terceras partes corresponden a pacientes con enfermedades cardíacas y pulmonares; este tipo de contaminante, advirtió el especialista, es más nocivo para la salud, puesto que son tan finas que ingresan a los pulmones de manera más profunda.

Explicó que las afectaciones a la salud por este contaminante se clasifican en agudas y crónicas. Las primeras se refieren a reacciones inmediatas como el ardor en los ojos, garganta y tos; mientras que las segundas se refieren afecciones en las vías respiratorias.

“Nosotros hicimos un estudio sobre mortalidad evitable o atribuible a partículas PM2.5, lo hicimos en 15 ciudades que tienen buenas redes de monitoreo y nosotros estimamos que son aproximadamente 14 mil 600 muertes anuales que son evitables por la exposición a las partículas PM2.5, esto es porque la mayoría de las ciudades en México no cumplen la norma anual y están bastante por encima de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud [OMS]”, explicó.

Horacio Riojas refirió que los límites recomendados por la OMS para la emisión de partículas PM2.5 es un promedio anual de 10 miligramos por metro cúbico, mientras que la norma oficial mexicana 025 establece 12 miligramos por metro cúbico de este contaminante; sin embargo, en la Ciudad de México se alcanzan valores al año de 22 miligramos por metro cúbico, casi el doble de lo indicado en la normativa.

Señaló que la población más vulnerable a estos contaminantes son los adultos mayores, así como las personas con enfermedades pulmonares crónicas, padecimientos cardiacos, asma y pacientes con cáncer en alguna parte del sistema respiratorio; destacó que recientemente se ha estudiado la relación entre la exposición a estas partículas y las afecciones cerebro-vasculares, como los derrames cerebrales.

Patricia Segura Medina, jefa del departamento de Hiperreactividad Bronquial del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), comentó que respirar aire contaminado, en específico las partículas PM2.5 y PM10, hace tanto daño como fumar, por lo que se convierten en un factor de riesgo para desarrollar cáncer.

La experta detalló que la OMS ha clasificado estas partículas como riesgo de tipo 1 para que una persona se convierta en paciente de cáncer.

“El aire contaminado es tan dañino como fumar, esto porque las partículas suspendidas en el aire, al ser más pequeñas no se quedan en un nivel superficial del organismo, llegan hasta los alvéolos y eso nos hace más vulnerables a padecer enfermedades respiratorias e incluso cáncer”, reiteró la especialista del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias.

Aclaró que aunque el INER no ha registrado un aumento de pacientes como consecuencia de la contingencia extraordinaria reportada en la Ciudad de México, Segura Medina pidió a la población acudir a una unidad médica ante cualquier síntoma o molestia.

“Siempre en la temporada seco-cálida, que es entre abril y mayo, tenemos más casos de urgencias por rinitis, alergias, asma, digamos que es algo común, ahora, a pesar de la contingencia y de que la calidad del aire es malísima, no hemos tenido un aumento exponencial de consultas, pero sí recomendamos a los mexicanos estar atentos ante cualquier sintomatología”, puntualizó.

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