Enclavado en el corazón de la Sierra Gorda, Pinal de Amoles es un pintoresco municipio que no sólo seduce con su clima fresco y paisajes naturales, sino que también invita a descubrir una de sus joyas más auténticas: su cocina tradicional, abundante en sabores, historia y hospitalidad y lo mejor de todo es que ¡puedes disfrutarla por menos de 100 pesos!
En Pinal de Amoles, la cocina mestiza cobra vida con cada tortilla hecha a mano, cada guiso de cocción lenta y cada dulce artesanal. Ingredientes como el maíz, el nopal, el chile y las carnes locales protagonizan una oferta culinaria que honra la herencia chichimeca e hñähñu.
Aquí es posible disfrutar desde una barbacoa tradicional hasta gorditas rellenas de chicharrón, queso o rajas, por tan solo 15 a 30 pesos en el Mercado Municipal, donde el aroma de los anafres invita a probar de todo. Tamales, sopes y platillos con cecina o huevo con nopales forman parte de la carta diaria, siempre servidos con calidez y a precios muy accesibles.
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Para el postre, la oferta no se queda atrás. Las panaderías locales ofrecen joyas como el pan de pulque por menos de 15 pesos. En la calle, no faltan vendedores de frutas de temporada como tejocotes o capulines.
Una parada obligada para los golosos son los puestos de dulces locales, en ellos puedes adquirir cocadas, jamoncillos y palanquetas artesanales por menos de 30 pesos. Y para acompañar, nada como un atole de teja, preparado con semillas de girasol o una taza de café de olla, cálida y aromática, por apenas 20 pesos.
Entre las joyas gastronómicas del municipio, brilla con luz propia la Fonda Las Tortugas, que ha sido reconocida por la Secretaría de Turismo del Estado de Querétaro por preservar y promover la auténtica cocina serrana.
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Ubicada a pocos pasos del centro, este lugar ofrece más que solo comida: ofrece un reencuentro con las raíces queretanas. Su menú incluye enchiladas, chilaquiles, cecina, milanesa y gorditas de generosa porción, todo acompañado con tortillas recién hechas y pan casero.
Los precios rondan los 80 a 100 pesos por platillo, con opciones que combinan sazón casero y un ambiente acogedor. Sus comensales coinciden en que la amabilidad del personal son puntos que suman a la experiencia de visitarles.
La cocina de Pinal de Amoles no sólo alimenta el cuerpo, también reconforta el alma. Desde los guisos humildes del mercado hasta las recetas heredadas que aún se preparan en fondas familiares, todo en este rincón de la Sierra Gorda tiene sabor a tradición.
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Si estás planeando una escapada culinaria, no lo pienses más. Aquí, cada bocado cuenta una historia y por menos de 100 pesos, puedes saborear más de una.