Estados Unidos comenzó a retirar material militar no esencial de Siria, pero no tropas por ahora, indicó el viernes un responsable del Pentágono, buscando aclarar informaciones difundidas en la región.

"No estamos retirando tropas en esta etapa", dijo el funcionario en condición de anonimato. Más temprano, un portavoz de la coalición liderada por Estados Unidos había informado que había comenzado "el proceso de retirada de Siria".

El presidente Donald Trump aseguró en diciembre que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) había sido derrotado en Siria y que los 2.000 soldados estadounidenses desplegados allí tenían que regresar a su país.

Desde que dio la orden, tanto Trump como miembros de su administración han dado mensajes contradictorios sobre si esa retirada realmente ocurrirá.

El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, mencionó el domingo una serie de condiciones para la retirada que podrían postergar de manera indefinida la salida del país.

Interrogado sobre la salida el jueves de unos 150 soldados estadounidenses de la base militar de Rmeilan, en la provincia de Hassake (este), mencionada por el director del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, el responsable del Pentágono indicó que se trataba de simples movimientos de tropas.

"Las tropas entran y salen de Siria" regularmente, indicó. "Todavía no se ha retirado ningún soldado" del país, pero sí material esencial, agregó.

Otro funcionario estadounidense de defensa dijo a AFP que las fuerzas armadas están realizando una serie de preparativos para una retirada intencionada.

"Esto incluye los planes para movilizar gente y equipo", indicó, y a la vez advirtió que aún no se retiraron tropas.

El Pentágono destacó que no comunicará sus movimientos de tropas ni dará a conocer plazos para su salida de Siria.

La coalición liderada por Washington tiene otras bases en el noreste de Siria, igual que en el vecino Irak, donde Trump dijo que permanecerán las tropas de su país.

La coalición internacional antiyihadista fue creada en 2014, tras la fulgurante emergencia del EI en Siria y su conquista de grandes zonas en este país y el vecino Irak, creando ahí un autoproclamado califato a caballo entre ambas naciones.

En los esfuerzos para recuperar el territorio perdido ante el EI participaron aviones de combates y fuerzas especiales.

Las Fuerzas democráticas sirias (FDS), una milicia árabo-kurda que cuenta con el apoyo de Washington, está tratando de desalojar a los yihadistas del EI de sus últimos bastiones de resistencia, en el valle del Éufrates.

La batalla contra los yihadistas en áreas remotas a lo largo de la frontera entre Irak y Siria y la búsqueda del líder del EI Abu Bakr al Bagdadi, el hombre más buscado en el mundo, podría durar indefinidamente.

El inicio de la retirada de material militar de Siria coincide con una amplia gira por Medio Oriente del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.

"El presidente Trump tomó la decisión de retirar nuestras tropas, y vamos a hacerlo", indicó Pompeo el jueves aunque sin precisar un calendario.

A la vez, el mismo día Pompeo dijo en un discurso que "cuando Estados Unidos se retira suele seguirle el caos".

Las condiciones establecidas por Bolton para una retirada incluyen la derrota del EI en Siria y las garantías para la seguridad de los aliados kurdos de Washington, que se ven amenazados por una ofensiva inminente por parte de Turquía.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, consideró que las declaraciones de Bolton eran inaceptables y un "gran error".

Turquía reiteró el jueves su amenaza de una ofensiva contra estos combatientes kurdos de Siria, a los que considera "terroristas" y aliados de los kurdos turcos del proscrito PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), que llevan a cabo una insurrección contra el Estado turco desde 1984.

Los grupos kurdos han tenido que ampararse en el régimen de Damasco --a costa de sus planes de mayor autonomía en el norte del país-- para garantizar su supervivencia frente a las amenazas turcas.

La retirada de Siria, donde Irán está implicado militarmente en apoyo del régimen de Damasco, iría también en contra de la intención de frenar la influencia iraní y de proteger a Israel.

En todo caso, el anuncio de la retirada militar de Estados Unidos de Siria va a suponer, según los observadores, una redistribución de fuerzas y alianzas en la ya complicada región.

"El daño ya está hecho. En el terreno, el anuncio de la retirada (de Estados Unidos) tiene los mismos efectos que si la retirada ya se hubiera producido", afirma Fabrice Balanche, geógrafo experto en Siria.

Esta retirada, anunciada por sorpresa en diciembre por Trump, se percibe por algunos observadores como la muestra de las contradicciones de la estrategia de su administración, o incluso la ausencia de estrategia, según sus detractores.

bft

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