Querétaro cumple casi un mes sin el abastecimiento regular de agua potable, producto del desfogue de la presa Zimapán, que dio inicio por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el 11 de septiembre pasado, pues es esta dependencia, la que se encuentra a cargo de las compuertas de dicho embalse.

Esta decisión se tomó derivado de las fuertes precipitaciones pluviales que se venían registrando desde finales de agosto en el Valle de México y los estados colindantes, aguas que descargan en la presa Zimapán, lo que elevó sus niveles de almacenamiento, por lo que, el desfogue se determinó para evitar desbordamientos.

Ante esta situación, la Comisión Estatal de Agua (CEA), cabe señalar, decidió frenar la operación del Acueducto II para evitar dañar sus bombas con los sólidos del desfogue.

A pesar de que el acueducto abastece sólo al 40% de la zona metropolitana en la entidad, el resto de la población se ha visto impactada por estas acciones, debido a que han tenido que “tandear” el agua ubicada en la batería de pozos de la CEA, de donde se abastece el resto de la población, a fin de ofrecer un suministro equitativo de agua, lo que provocó que el suministro se volviera irregular para todos los usuarios. Este esquema está condicionado a que la CFE concluya el desfogue de la presa y que se clarifique el agua.

“En condiciones normales, el 100% del agua que se distribuye en la ciudad, a través del sistema acuaférico, el 40% proviene del Acueducto II y el 60% viene de fuentes subterráneas; es decir, nuestros diferentes pozos que tenemos. Cuando dejamos de recibir agua del Acueducto II, lo que tenemos que implementar, es tratar que nuestra batería de pozos, por sí sola, cubra la demanda del 100% de agua de la ciudad”, explicó en su momento el entonces vocal ejecutivo de la CEA, Enrique Abedrop, en una conferencia de prensa realizada el pasado 27 de septiembre, cuando se había detenido el desfogue y se había informado que volvería a la normalidad la operación del Acueducto II.

Sin embargo, para la noche del 30 de septiembre, se volvieron a presentar fuertes lluvias que volvieron a elevar los niveles de la presa Zimapán, por lo que la CFE determinó un nuevo desfogue programado para el 1 de octubre a las 10:00 horas, el cual continúa hasta el momento sin fecha de término, por lo que el suministro del líquido continúa intermitente en Querétaro.

Sin embargo, al parecer esta problemática está lejos de terminar pues, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informó el lunes que continúan incrementado los niveles de algunas de las principales presas del país, por lo que se mantienen los escurrimientos en casi todo el territorio nacional, siendo la presa Zimapán uno de los embalses que mayor captación ha registrado.

“Se han tenido precipitaciones muy importantes en la cuenca del río Tula, en Hidalgo, en el Estado de México y en Querétaro, lo cual ha generado incrementos considerables en la presa Zimapán, donde se realizan acciones de control, en coordinación con Protección Civil. Asimismo, se detalló, que se mantiene especial coordinación en torno a las presas de Guanajuato y Querétaro”, informó la dependencia.

Sobre las lluvias, precisó que del 1 de octubre de 2020 al 3 de octubre de 2021 ha llovido 10.5% más que el promedio histórico de ese mismo lapso. En tanto, del 1 de enero al 03 de octubre de 2021 se ha registrado 5.8% más lluvia que la lámina nacional histórica de este periodo.

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