En la capital siguen sin aplicarse sanciones a los establecimientos comerciales que están obligados a no entregar bolsas de plástico a sus clientes, aseguró el secretario de Desarrollo Sostenible, Genaro Montes Díaz.

Reconoció que por el momento no se han hecho recorridos de inspección para confirmar que los establecimientos cumplan con la norma.

Por ello, el funcionario municipal llamó a la ciudadanía para que en caso de que identifiquen algún comercio que siga haciendo estas prácticas, lo reporten ante la Dirección de Ecología de la capital.

A partir del 1 de agosto de 2018, la ciudad de Querétaro se convirtió en el primer sitio a nivel nacional en prohibir la distribución y uso de bolsas de plástico en tiendas de auto servicio, conveniencia y de otros giros comerciales.

Montes Díaz reconoció que no se ha emitido ninguna sanción económica, ya que es un proceso en el que primero se hace una visita, se hace un apercibimiento, después una amonestación y luego podría venir la incautación de las bolsas o, en caso de reincidencia, la sanción económica.

Refirió que por el momento no se tiene contemplado hacer alguna adecuación a este reglamento; sin embargo, están haciendo una revisión con apoyo de la Dirección de Ecología, pero también un intercambio técnico con la Secretaría Desarrollo Sustentable del estado.

“Hemos visto propuestas ciudadanas, hemos platicado con la Canaco [Cámara Nacional de Comercio] y con organizaciones, lo que queremos es sumar, por si es necesario aclarar alguna situación, un procedimiento, definir qué tipo de bolsas o hablar de técnicas”, expresó.

Asimismo, refirió que no han tenido contacto con la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) para abordar algún proyecto de bolsas 100% biodegradables, pero sí lo harán con la parte académica, la organización civil, de investigación y empresarial, para tener un diagnóstico de hacía dónde se pueden dirigir las modificaciones.

“Queremos trabajar en el tema de la biodegradabilidad de cualquier residuo, todos los residuos son biodegradables, unos tardan semanas, otros días, meses y ciertos productos hasta 300 años. Buscamos la manera de ver cómo podemos generar estas conciencias para poderlo atender”, subrayó.

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