Después de trabajar un cuarto de siglo como mesero en restaurantes de la entidad, Juan Morales, comenzó a vender tacos. Hoy tiene 74 años.

Con el paso de los años, la fuerza de sus brazos y piernas disminuyó, por lo que decidió iniciar su propio negocio. Ahora, dos décadas después, tiene clientes asiduos a la comida que vende en su puesto El Corderito Feliz, ubicado en la esquina de avenida 5 de Febrero en la colonia Obreros.

“Inicié este negocio por la necesidad de trabajar como mesero, cantinero, barman, después vi que mi edad ya estaba avanzada y las fuerzas para levantar una charola con más de ocho platillos dismunuyó”, narró Juan.

Cuenta que comenzó a preparar comida y puso su primer negocio junto a una vidriera, “Ahí dure siete años. Después me pasé a los puestos que estaban en el seguro social y de ahí me vine para acá donde me he mantenido 11 años”, dijo.

Juan coloca su camioneta acondicionada para la venta desde las siete de la mañana y hasta las tres de la tarde. Prepara y sirve los tacos de barbacoa, carnitas, montalayo, bistek y carne adobada, en donde los clientes al menos llegan una vez al día para degustar la comida.

“Llevo ya 20 años aquí, bendito sea Dios, me siento tranquilo aquí, porque este negocito pa’ comer me da, no se puede juntar dinero como antes, las ventas han bajado, pero mis clientes siguen viniendo. Hay algunos que me siguen desde el primer puesto que puse por la vidriera, y de ahí vienen para comer sus tacos”, dijo.

Con una venta entre 60 y 100 tacos diarios, Juan asegura que lo que gana le permite vivir tranquilo.

Todas las tardes se pone a preparar los diferentes guisos para ofrecer el siguiente día, pues su esposa falleció hace 10 años. Una hija y unanieta le ayudan, de vez en cuando, a cocinar.

A pesar de su edad, Juan dice que el día que le impidan salir a trabajar va a dejar de existir, porque él ha dedicado su vida al servicio.

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