En Querétaro son 150 grupos de Alcohólicos Anónimos (AA) que funcionan para la rehabilitación de adictos a estas bebidas; según datos de la última Encuesta Nacional Contra las Adicciones, 6 de cada 10 queretanos consumen bebidas embriagantes.

La titular del Consejo Estatal Contra las Adicciones (CECA) Rebeca Mendoza Hassey, informó que este domingo concluirá la Semana Nacional de Información sobre Alcoholismo.

A través de esta XX Semana Nacional “Compartiendo Esfuerzos” se busca compartir estrategias para combatir el consumo de alcohol, a la par de fortalecer los trabajos que se realizan en todo el país para la rehabilitación de enfermos de alcoholismo.

El pasado lunes comenzó este programa, que finalizará el próximo domingo 25 de enero, en donde participan integrantes de la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos, que cuenta en todo el país con 200 mil integrantes.

“Los 150 grupos de AA “trabajarán arduamente para llevar el valioso mensaje que puede cambiar la vida de una familia entera”.

“El tema central de esta semana es la red de instituciones, medios de comunicación y Alcohólicos Anónimos con el lema 20 años sumando esfuerzos para sensibilizar a millones de mexicanos sobre la enfermedad del alcoholismo y sus consecuencias”.

Para ello, se instalaron en todo el país más de 9 mil módulos informativos en donde se ha brindado información sobre el alcoholismo y sus consecuencias en la salud.

Efectos del alcohol

De acuerdo con el CECA, el alcohol es una droga depresora del sistema nervioso central, derivada de la fermentación o destilación de algunos granos, cereales o frutos que afecta todo el organismo alterando los reflejos.

Entre las consecuencias más preocupantes, se informó durante esta Semana, están los accidentes de tránsito, pues diversos estudios a nivel mundial muestran que incluso niveles bajos de concentración de alcohol, en la sangre, reducen la habilidad para manejar.

La Secretaría de Salud del Estado detalla, que la adicción al alcohol es un proceso caracterizado por malestares físicos cuando se suspende su consumo (síndrome de abstinencia) y por tomar más cantidad de alcohol o en más tiempo para conseguir los mismos efectos (tolerancia).

Cuando una persona ingiere alcohol, ésta va sufriendo ciertos efectos en su cuerpo; en una primera etapa la persona se ve relajada y sociable; en la segunda etapa, la persona adopta una conducta predominante emocional y con pobreza de juicio y pensamiento.

En la tercera, el alcohol ocasiona que la persona tenga confusión mental, marcha tambaleante, cambios de conducta y dificultad para hablar. En la cuarta etapa: la persona sufre de incapacidad para mantenerse en pie, vómitos, y próximos a la inconsciencia.

En la quinta y última etapa se sufre de inconsciencia, ausencia de reflejos y hasta estado de coma que puede llevar a la muerte por parálisis respiratoria.

Los daños a corto plazo son: accidentes vehiculares, riñas, caídas, fracturas problemas legales y muerte.

Y a largo plazo, la persona puede padecer de cirrosis hepática, pancreatitis, esofagitis, cardiopatías alcohólicas, trastornos de la piel, polineuritis, psicosis alcohólica y muerte.

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