La burocracia e ignorancia de parte del personal del Instituto Nacional de Migración (INM) respecto a los servicios que se brindan a extranjeros han generado pérdidas económicas y de tiempo a Isabel Cristina Vélez Zuluaga, colombiana radicada en San Juan del Río, para quien regular su condición migratoria se ha convertido en un calvario.

Desde hace tres años Isabel radica en la entidad, está casada con un sanjuanense y comparten el hogar con su hija menor de nacionalidad colombiana; ambas deben regular su situación migratoria cada 12 meses, pero los trámites para este y otros requisitos son engorrosos y se complican con los malos tratos del personal del INM, relata.

El más reciente caso fue cuando intentó validar su estancia a través del sitio de internet del IMM; el procedimiento por la red no se registró y por ello fue acreedora a una multa.

Ante la deficiencia de la página de internet, a Isabel no le ha quedado más remedio que acudir a la ciudad de Querétaro para realizar los trámites que requiere directamente en las oficinas del Instituto, pero el personal es altanero y prepotente; los encargados de asistir a los extranjeros ni idea tienen de los trámites para actualizar la estancia legal de estos, asegura la colombiana.

Y si para Isabel inscribirse en el Registro Nacional de Extranjeros y comprobar su relación conyugal con un mexicano ha sido complicado, poder obtener un empleo lo fue aun más, ya que el personal del IMM ignora los procedimientos que deben seguir los foráneos para obtener un permiso laboral.

Isabel señala a Enrique Espinoza López, subdirector de Asuntos Regulatorios, como uno de los responsables de brindar atención deficiente a los extranjeros; su falta de conocimiento y prepotencia, asegura, le han costado a ella gastos y visitas innecesarias a las oficinas de Migración. “Por lo menos ocho veces he acudido desde enero para poder tener los documentos en regla y poder laborar, pero me han pedido tramitar cosas y hacer pagos innecesarios: un día me piden tramitar un documento, al otro día me dicen que no es el correcto, así he gastado en visitas a Migración y en multas porque al final resulta que no obtengo los documentos a tiempo, pero nadie sabe explicarme qué necesito para regular mi condición de extranjera”, dice.

La denunciante acudió al Instituto de Migración e inicialmente le indicaron que el costo para obtener el permiso laboral era de mil pesos; obtuvo el documento por internet, presentó la carta que acreditaba haber recibido la oferta laboral, signada por el representante legal de la empresa, pero al presentarlos su sorpresa fue que el documento tramitado en la página del INM era incorrecto, por el cual ya había pagado.

“Me rechazaron los documentos, me dijeron que no eran mil pesos sino tres mil los que tenía que pagar, por un trámite diferente al que me indicaron. Es claro que el personal del instituto desconoce su labor, especialmente Enrique Espinoza, quien en varias ocasiones me ha dado indicaciones incorrectas y de mala gana”, dijo.

Las indicaciones que Isabel ha recibido en las oficinas del Instituto en Querétaro no coinciden incluso con los requisitos que solicitan a los extranjeros a través de la línea de atención 01800, aseguró la afectada.

Ante esto, acudió con el delegado del Instituto de Migración Arturo Fernández de Cevallos Baca, quien dio la instrucción al personal de indultar algunas multas y dar seguimiento al caso de la mujer.

Sin embargo, asegura que los malos tratos han continuado en el INM y, pese a entregar toda la documentación, los trámites siguen siendo complicados.

Por ello, inició una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, dependencia que asegura que ha dado seguimiento al caso.

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