Blanca Rincón y Rodrigo Nicolás Orellano Bustamante son dos artistas itinerantes latinoamericanos que recorren diferentes países del continente para acercar a la gente al arte en distintos espacios públicos.

Rodrigo, quien es profesor de literatura y pedagogo por la Universidad Viña del Mar en Valparaíso, Chile, inició el proyecto desde hace tres años con el fin de darle acceso al arte a todas las clases sociales.

“La iniciativa inicial de nuestra compañía era manifestar la necesidad de apoyo por parte del Estado para la prestación de esos espacios públicos” explicó el maestro chileno.

A decir de los artistas, el Estado juega un rol importante en el fomento al arte y la cultura, sin embargo a nivel latinoamericano no hay permisos, se confunde a los vendedores ambulantes con los artistas y no se entiende que el arte es un producto cultural que no responde a la lógica del mercado.

“Yo abogo por la cultura del arte callejero, y desde que he venido viajando los dos años, ningún país y pocas ciudades, contadas con los dedos de mis manos, son las que me han dado permiso, y el permiso que hay es de la gente del pueblo que acepta”, expresó Rodrigo Orellano Bustamante.

En su recorrido por Latinoamérica, ha visitado países como Argentina, Bolivia, Perú, Panamá y Ecuador.

En este último fue donde se encontró con Blanca, con quien se unió en el camino hacia Colombia para trabajar en conjunto.

Rodrigo llegó a México hace un mes y medio, mientras que Blanca lo alcanzó dos semanas después.

Han visitado lugares como Chiapas, el DF y Morelos, teniendo como plan partir a Guanajuato para el Festival Cervantino, a Tlaxcala para el Festival del Títere y a la Huasteca.

Algunas de las prácticas artísticas que Rodrigo y Blanca exhiben son el teatro payaso, teatro de sombra, marioneta guiñol e intervenciones musicales, esta última es la que se presenta en Querétaro.

“La que hacemos generalmente en la calle es la intervención musical; empiezan a bailar unas coreografías de música folclórica, música de Latinoamérica que hemos recopilado durante el viaje. Entonces empiezan a bailar, a interactuar con el público, a saludarlos, a hacerlos reír o a hacer alguna interacción con ellos”, explicó Blanca.

Las historias que representan se basan en la obra del escritor chileno Alfonso Alcalde, específicamente en su dramaturgia sobre Salustio ,Trubico y Estuvigia. Las historias muestran los conceptos de la consagración de la pobreza, en donde “el payaso por más pobre que sea puede reír y ser feliz”.

La meta al empezar el proyecto, comentan, era llegar a México, la cual ya se cumplió, sin embargo, ahora tienen nuevas metas para cumplir, entre las que se contemplan llegar a Cuba y a países de Europa.

“Ya cumplí mi meta que era llegar a México, ahora hay otras metas abiertas que son realizar algunos trabajos en Cuba de intervención social por ejemplo”, concluyó Rodrigo.

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