De acuerdo con el vocero de la Diócesis, Saúl Ragoitía,  el tema de la prostitución, es un factor que sigue lacerando la vida familiar, al involucrar  varios factores: la persona que se dedica a dicho oficio, quien maneja este tipo de negocio,  así como quien contrata el servicio.

En este sentido, aseguró que la intención de la iglesia católica, es fijar su mirada, más haya de rechazar o condenar este tipo de actos, en llevar el evangelio a estas personas, hombres o mujeres, que han tomado como parte de su vida, la prostitución como una forma de vivir.

“Urge realizar una misión pastoral como Iglesia, en donde podamos ofrecer el evangelio y los brazos misericordiosos de Jesús a todas estas personas que viven o realizan esta práctica, porque es deplorable quien ha hecho de esto un negocio, y el otro sector que está en búsqueda de estas acciones, que también es lamentable”, aseveró.

Sin embargo, Saúl Ragoitia, destacó que quienes son más vulnerables con este tipo de situaciones, son las personas que ejercen el oficio, y que se encuentran bajo la esclavitud de un tercero, quien a su vez los o las trata como objetos sexuales.

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