“Vi a varias personas debajo del autobús; los cuerpos estaban prensados. Algunos ocupantes salieron disparados del vehículo. Había una gran cantidad de sangre en la autopista. Ese día, tres de mis amigos perdieron la vida, otros 29 resultaron heridos”, relata Eduardo López, uno de los ocupantes del autobús que el pasado 17 de abril se volcó sobre la México–Querétaro, a la altura de Tepeji del Río, Hidalgo.

El camión accidentado era parte de un servicio de viajes de la empresa Franela Tours, que ese día trasladaba a los jóvenes a la presentación del grupo de rock Guns and Roses, en su gira del rencuentro en el Foro Sol de la Ciudad de México. Alrededor de 15 fans de la banda estadounidense eran originarios de San Juan del Río.

La carretera México–Querétaro tiene un lado oscuro y guarda sobre el asfalto decenas de historias trágicas de automovilistas que han perdido la vida, hechos lamentables que marcan la memoria de familiares y amigos.

Sólo en 2015, el estado acumuló un total de 398 accidentes viales, los cuales provocaron la muerte de 68 personas; mientras que el saldo de heridos se cuantificó en 237, de acuerdo con el Resumen de Accidentes de Tránsito 2015 de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT).

De esos 398 percances, el estudio arrojó que 203 se presentaron en la carretera de cuota, donde se contabilizaron 120 heridos y 31 decesos.

Eduardo López fue uno de los 29 heridos que sobrevivieron al accidente de los fans de Guns and Roses, que cobró tres vidas: una en el momento, Mauricio Ballesteros Zamora de 35 años de edad; así como dos casos posteriores por la gravedad de las heridas, Alberto Landa Romero, el 26 de abril en Toluca, y Luis Fernando Pérez Cardozo, en la Ciudad de México, el 14 de mayo.

“Nosotros contratamos este servicio de transporte para ir seguros, cómodos, para no tener que arriesgarnos a manejar en carretera, a las 15:30 abordamos el autobús y el accidente fue a las 16:30 aproximadamente”, comentó el joven.

Eduardo López, también amigo de Luis Fernando, quien tras una batalla de un mes en el hospital, no logró sobrevivir a la fractura cervical de dorsales, perforación de pulmón y trauma craneoencefálico.

Fue en una pendiente con asfalto mojado por la lluvia donde ocurrió la volcadura. Los ocupantes lo atribuyeron al exceso de velocidad con que el conductor dirigía la unidad.

Tres horas antes de este accidente, en la misma vía, se registró un choque entre dos tráileres en el kilómetro 81+300 con dirección a la Ciudad de México; no se reportaron muertos ni heridos, sin embargo, la circulación poer la carretera quedó bloqueada por dos horas.

Semanas después, EL UNIVERSAL Querétaro supo de otro caso, en el que un joven presenció el percance automovilístico donde falleció su padre. Él venía manejado detrás del auto que conducía la víctima cuando se dirigían a Polotitlán, Estado de México, para concretar la venta de uno de los dos automóviles, pero un tráiler embistió el carro de adelante ante la mirada atónita del hijo del conductor.

Supera accidente y crea conciencia

Aunque las recientes obras en la carretera México–Querétaro han incrementado el número de accidentes, lo cierto es que la gran cantidad de transporte de carga pesada que recorre a todas horas esa autopista, es un factor que incide en el alto nivel de siniestralidad y en el hecho de que sea una de las vías más transitadas del país.

El 16 de junio de 2003, Adrián Monjarás, automovilista originario de la Ciudad de México, fue golpeado de frente por un tráiler de doble caja sobre esta carretera. El testimonio fue difundido por la asociación civil México Previene A.C., que los últimos días del mes pasado presentó una Red de Sobrevivientes Viales, con el objetivo de redignificar la atención de las víctimas por accidentes de tránsito, además de sensibilizar a la sociedad y preparar a la población en caso de ser víctima directa o indirecta de un hecho vial.

“Como director comercial de una firma establecida en la ciudad de Querétaro, mis responsabilidades comerciales me llevaban a visitar recurrentemente la Ciudad de México [aproximadamente 15 veces a la semana]. En uno de esos viajes, a la altura de la población denominada Polotitlán, Estado de México, a las 11:50 horas, circulaba en el carril de alta velocidad un tráiler de doble caja, que intentaba rebasar a un tractor que marchaba a baja velocidad”, describió el afectado.

Al intentar cambiar de carril, el tráiler impactó el frente del automóvil de Adrián y descontroló su curso: “Quedé fuera de la carpeta asfáltica y salí expulsado del automóvil por la puerta del copiloto, impactándome la parte frontal izquierda del cráneo con un árbol del camellón divisor de la autopista”.

Tras el accidente, recibió atención de los Servicios de Emergencia de la clínica de emergencias de San Juan del Río, quienes lo encontraron muy grave y efectuaron diversos procedimientos neuroquirúrgicos que lograron la estabilización del sobreviviente.

“Fui transportado en ambulancia a la ciudad de Querétaro, donde fui ingresado en estado crítico y en donde permanecí un periodo en estado de coma”, recordó.

“Después de haberme recuperado gradualmente, fui trasladado de Querétaro a la Ciudad de México, para que, tras un breve periodo de reinstalación en la ciudad, fuera presentado al Instituto Nacional de Rehabilitación, en donde por un año asistí a consultas y terapias de rehabilitación”, mencionó en su testimonio.

Sin embargo, las secuelas y consecuencias por dicho accidente vial, pese a las terapias de rehabilitación, fueron muy complicadas para asimilar: triple fractura expuesta de cráneo, desviación de los discos segundo y tercero cervicales, además de cuadriplejia temporal y una severa afectación de la memoria.

Sin duda, un momento que dejó marcado a Adrián Monjarás Mercado, quien desde 2007 se dedica a impartir conferencias para crear conciencia en todo el país acerca de la prevención de accidentes carreteros. Espera que su experiencia sea de gran ayuda para la comunidad automovilista.

“Esta autopista da miedo”

Otro automovilista que utiliza con frecuencia esta vialidad es Francisco Flores, quien recuerda algunos momentos complicados al transitar sobre la autopista 57, que lo han llevado a sentir temor y buscar vías alternas que son más largas, con tal de no entrar al inseguro ritmo carretero.

“Para quien utilizamos cotidianamente esta autopista, es algo impresionante y da miedo. Los camiones de carga son los dueños del camino, más allá de que está en mal estado constantemente y da pavor el ver a cada rato que hay muertos, accidentes y demás”, recordó el hombre.

El problema, dijo, es que los tráileres se meten a “la brava” y sacan al automovilista del camino, por lo que la precaución es primordial para un conductor que no está acostumbrado a manejar entre el tránsito pesado.

Agregó que el miedo está latente, sobre todo al circular de noche. “No hay quien controle la velocidad de los traileros y hacen de las suyas”.

Aunado al temor, reconoció que otro gran problema es el cierre de la autopista cuando se presenta un accidente, pues son hasta cinco horas las que puede permanecer intransitable, mientras las autoridades remueven los autos implicados en un choque.

Confía en que las carreteras alternas en construcción, como el Libramiento Palmillas-Apaseo, con el que se busca disminuir la circulación del transporte de carga sobre la México–Querétaro, reduzcan el índice de accidentes.

“Ese libramiento va a tener un costo, y de entrada veo difícil que en un principio se reduzca el tráfico hacia Querétaro, pero en esencia es una buena idea, porque ahorrará tiempo a quienes no tengan que pasar por el estado, pero también desde Querétaro, al ser un lugar industrial, se genera mucho transporte de carga y esos tendrán que seguir circulando por aquí”, señaló.

Fríos números

Según datos del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (Conapra), extraídos del Informe sobre la Situación de la Seguridad Vial México 2015, en el país cada día mueren 55 personas a causa de percances viales y por cada individuo que fallece dos sufren una discapacidad.

El estudio revela que la autopista México–Querétaro está en el segundo lugar de accidentes registrados en México, al ser una de las carreteras más transitadas. Cuenta con una longitud de 260 kilómetros y la administra Caminos y Puentes Federales (Capufe).

En el primer sitio está la autopista México–Puebla con mil 683 accidentes. La carretera Tepic–Mazatlán, la carretera y autopista México–Toluca, así como la autopista Querétaro–Irapuato completan el Top 5 nacional.

La 57 es una vía que los automovilistas consideran muy traicionera, ya que al ser recta los conductores se confían y distraen del camino, principalmente los de tráfico pesado.

El documento de Conapra indica que la México–Querétaro constantemente se encuentra en mantenimiento, como sucede actualmente con las labores de ampliación de carriles del kilómetro 50 al 56, a la altura de Huehuetoca, Estado de México, que iniciaron el 15 de noviembre de 2015.

Las causas

De acuerdo con el ya citado resumen de Accidentes de Tránsito 2015 de Comunicaciones y Transportes, en 91.96% del total de los percances en las carreteras del estado el conductor es el responsable. En 3.27% de los casos el vehículo es quien provoca los siniestros por alguna falla mecánica; mientras que el 2.26% se atribuye al camino de la carretera.

Con 1.76% aparecen en el listado los agentes naturales como causantes de los infortunios carreteros y con 0.50%, se menciona al peatón o pasajero como causantes de accidentes.

También se detallan las circunstancias que contribuyen para que se genere un accidente en carretera, en el cual el exceso de velocidad encabeza la lista, con un total de 194 casos, apartado por encima de no guardar una distancia prudente entre los autos, que es el segundo lugar, con 51 casos.

La tercera circunstancia que predominó en la estadística del año pasado en todo el estado es la invasión del carril contrario, con 38 accidentes; mientras que en el cuarto sitio está el apartado de imprudencia o intención, con 29 casos; para dejar en quinto lugar a que el conductor viró indebidamente en la autopista, algo que se presentó en 17 ocasiones el año pasado.

También se contabilizan no ceder el paso (10), dormitar mientras se conduce (6 casos), superficie del camino resbalosa (6), accidentes por niebla o humo (5), conductor en estado de ebriedad (4), llantas en malas condiciones (4), fallas de freno (4) o que el conductor rebasó indebidamente (3).

En la carretera México–Querétaro de cuota predominan los accidentes por la conducción en exceso de velocidad, con 91 percances contabilizados, por encima de no guardar la debida distancia, que sumó 40 casos, y de la invasión del carril contrario que cerró con 19 casos en 2015.

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