Más de 20 años después, Oswaldo Sánchez no ha perdido la noción del tiempo, mucho menos, el hambre de trascender y el gusto por defender esos tres albos postes. Esta noche frente al Atlas será la ocasión 698 que lo haga dentro de la Primera División. Todo un hito.

El arquero del Santos Laguna se convertirá en el futbolista con más partidos jugados en la historia de la hoy llamada Liga MX. Romperá el empate con su ídolo y amigo Benjamín Galindo, pero lo mejor es que aún no vislumbra el final de una larga carrera.

“[Me siento] contento. Cuando empecé mi carrera, nunca creí que podría tener tantas cosas tan bonitas y eso es algo importante, porque es hacer historia”, recuerda el guardameta, entrevistado vía telefónica desde Torreón, Coahuila. “Ser el futbolista con más juegos en activo o retirado, es una satisfacción, sobre todo, porque el récord lo tiene un gran amigo mío y alguien a quien admiraba cuando era jugador, como Benjamín Galindo”.

Debutó el 30 de octubre de 1993, con los Rojinegros frente al Veracruz. Jugó toda la segunda mitad y le marcaron el gol del empate (1-1). Todavía le duele.

Primero de los únicos tres duelos en los que ha ingresado como relevo. Los otros dos fueron en el América, durante el Verano 1997.

Su actual vínculo con los Guerreros expira al término del actual campeonato, mas adelanta que será prolongado. Está a punto de alcanzar las siete centenas de partidos en Liga y Liguilla. Desea más... Y sabe que puede jugarlos a buen nivel.

“No lo sé [en cuántos encuentros dejará la marca], pero quiero que sean muchos más”, confiesa. “Lo cierto es que mi contrato se vence ahora, este final de torneo, pero ya platiqué con el presidente [Alejandro Irarragorri] y hay toda la intención, las ganas, de renovarlo por parte de ambos”.

“Quiero seguir jugando, porque es lo que me satisface, llena de vida. Estar en mi portería es lo más hermoso que existe”.

Agregará otro logro a su ya de por sí extensa hoja curricular. Es el hombre con mayor número de duelos en la historia de las fases finales (90), el que más penaltis ha detenido (25) y uno de los 11 que han jugado 100 ó más partidos con el Tricolor, segundo portero (el otro es Jorge Campos).

Sánchez refuta la teoría de que es más fácil tener una larga trayectoria si se es guardameta. Está convencido de que todo tiene que ver con el profesionalismo.

“La clave es trabajar al máximo y disfrutar”, revela. “Soy un tipo que disfruta, vive al máximo su profesión. Me siento muy contento de esto que Dios me ha dado y lo cuido mucho entrenando al máximo, porque me siento con un compromiso grande, primero con mi equipo, segundo con los compañeros y tercero conmigo mismo, para seguir compitiendo a buen nivel”.

Aunque eso no significa privarse de gustos fuera del campo.

“Para todo hay tiempo. Puedes tener distracciones, satisfacciones en la vida”, asegura. “Hay cosas que te gustan, como comer, a veces tomarte una cerveza, de repente disfrutar de un buen vino en una fiesta”.

“En esta vida, lo importante es saber qué hacer en cada momento. Cuando es entrenar, es entrenar; cuando es divertir, es divertir, y no mezclar los momentos”.

Hoy vivirá otro, lleno de luminosidad. El 30 de octubre de 2013 cumplió 20 años en el máximo circuito. Lo hizo en su tierra, Guadalajara, y ante las Chivas, equipo con el que se coronó por primera vez (Apertura 2006). Se convertirá en el jugador con más partidos del balompié nacional contra el club que lo debutó.

“Eso es algo que está tocado por Dios, me queda claro, porque tantas coincidencias no pueden ser normales. Lo de Chivas fue el día de los 20 años, y ahora —contra Atlas— se da lo de la marca como máximo jugador, en cuanto a partidos”.

Una más a la lista elaborada durante la carrera más larga en la historia del futbol mexicano, esa a la que aún le restan varios capítulos.

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