Morelia.— Los corazones rojiblancos se llenan de esperanza en la semana más apasionante para Chivas. Esos dos goles que marcó Isaac Brizuela ante Monarcas, no sólo le dieron al Guadalajara el pase a los cuartos de final de la Copa MX, sino la moral necesaria para enfrentar al América el próximo sábado.

Que venga el Clásico Nacional. El Rebaño Sagrado se declara listo.

Una pequeña racha triunfadora, pero que le da un golpe de credibilidad al recién llegado Matías Almeyda. Dos triunfos al hilo en distintos torneos permiten inyectar fe entre la fanaticada rojiblanca.

La vitalidad que sólo otorgan las victorias suponen que el cuadro tapatío no será un “flan” a devorar con facilidad por las Águilas. Chivas tendrá que ratificar esa mejoría en cuanto resultados este fin de semana en el ‘Coloso de Santa Úrsula’.

El partido ante Morelia era de vida o muerte para el chiverío.

El Guadalajara entendió rápido qué se jugaba al seguir como uno de los contendientes a quedarse con el torneo copero.

Almeyda mandó a los suyos al ataque, hasta que la recompensa llegó al minuto 16.

Carlos Cisneros realizó una escapada por el sector izquierdo del ataque tapatío. En cuanto levantó la cara, mandó un centro preciso que no pudieron cortar cuatro zagueros de Monarcas ni el guardameta.

El pase fue perfecto. ‘El Conejito’ sólo llegó para empujar el esférico hacia las redes michoacanas.

Grito de gol necesario para Brizuela, que comienza a sacudirse el estigma de tener un rendimiento por debajo de lo esperado para un jugador que llegó para reforzar a uno de los equipos más populares del futbol mexicano.

Para la segunda mitad, Chivas apostó por el contragolpe. Sus jugadores sabían que era necesario ampliar la ventaja, porque el Morelia se iría hacia el frente para buscar no morir en la Copa.

Un magistral pase de Marco Fabián dejó solo a Brizuela. El atacante se dio el lujo de voltear a ver la portería y definir con suavidad para marcar el 2-0.

El Rebaño se sintió cómodo con una nueva anotación al minuto 50. Al partido aún le faltaba mucho, pero los tapatíos eran dominadores.

El Guadalajara aprendió a sufrir. Se dejó anotar el descuento mediante un cabezazo de Joel Huqui que puso el 2-1. Más de un fan rojiblanco estaba nervioso.

Chivas resistió los intentos que los michoacanos llevaban a cabo para encontrar la igualda. El marcador ya no se movió. Los jaliscienses se quedaron con el triunfo y la moral suficiente para retar al América y buscar quedarse con el botín completo en el Clásico Nacional. La fe rojiblanca está intacta.

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