SINGAPUR (DPA).— El británico Lewis Hamilton ganó el Gran Premio de Fórmula 1 de Singapur y se convirtió así en el nuevo líder del campeonato mundial, con tres puntos de ventaja sobre el alemán Nico Rosberg, que abandonó al inicio de la prueba con problemas en el volante.

El alemán Sebastian Vettel fue segundo, el australiano Daniel Ricciardo tercero y el español Fernando Alonso cuarto en un Gran Premio que se redujo a 60 vueltas para cumplir con la regla que impide superar las dos horas de duración.

“¡Gran trabajo, muchachos, les agradezco mucho!”, dijo Hamilton una vez cruzada la meta.

“Claro que soñé con esto anoche, pero esperaba que pasara de verdad”, dijo el británico minutos después en la ceremonia de premiación.

El sueño de Hamilton fue pesadilla para su compañero de equipo en Mercedes, Rosberg, que se resignó a entrar a boxes en la vuelta 14.

La Fórmula 1 llegará así dentro de dos semanas a Japón, escenario del décimo quinto Gran Premio de la temporada, con Hamilton al frente de las posiciones, con 241 puntos, seguido de Rosberg con 238.

Ricciardo es tercero con 181, Alonso cuarto con 133 y Vettel quinto con 124.

El mexicano Sergio Pérez, séptimoen su Force India, se ubica décimo en el campeonato mundial, con 45 puntos.

Vettel, campeón mundial de los últimos cuatro años, logró en el circuito urbano de Marina Bay su mejor resultado de la temporada.

“Es una carrera realmente dura, pero me gusta”, dijo el alemán refiriéndose al elevado calor y humedad habituales en esta ciudad.

Hamilton, que cruzó la meta dos horas antes de la medianoche en el único Gran Premio nocturno del calendario, celebró así su segundo éxito consecutivo y el séptimo del año.

“No fue perfecto”, aseguró Hamilton, aludiendo a que Rosberg, su enemigo íntimo en el equipo, no pudiera cruzar la meta y sumar más puntos para Mercedes.

Ya desde antes de la largada, el día se perfilaba mal para Rosberg.

“El volante no funciona como debería”, admitió el jefe deportivo de Mercedes, Toto Wolff.

“Lo cambiamos, pero no sirvió de nada”, añadió.

Rosberg, de 29 años, comprobó antes de la vuelta final previa a la largada que no podía poner las marchas y, por lo tanto, no podía arrancar. La segunda posición de largada que se había ganado el sábado quedo vacía y el alemán inició la carrera desde la calle de boxes.

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