Volvió porque tenía que volver. Volvió porque es su casa y esta vez no quiere irse de ahí, nunca.
Luis Fernando Tena es un técnico histórico en Cruz Azul; es el más reciente en darle un título, el ansiado campeonato a La Máquina y ahora, en su cuarta oportunidad al frente del equipo, espera lograr la estrella y nunca más irse de La Noria.
—Ser… ¿por qué no?, un Alex Ferguson para Cruz Azul.
“Claro —dice Tena en exclusiva a EL UNIVERSAL—, claro que me gustaría quedarme mucho tiempo aquí. ¿Ser el Ferguson de Cruz Azul? Me encantaría durar mucho tiempo, pues si me quedo, quiere decir que di buenos resultados. Me gustaría durar muchos años, y por eso trato de no dejar ningún detalle al azar.
Ferguson, el sir del Manchester United, llegó en 1986 a los Red Devils y apenas dejó el cargo el año pasado claro está, con un sinfín de títulos a su espalda.
¿Podrá hacerlo? Por lo menos lo va a intentar, y es que Cruz Azul “es mi casa. Aquí, todo el mundo está feliz. De aquí nos vamos cuando nos corren, es difícil que alguien se vaya por su propia voluntad y no hablo sólo en el futbol, sino en toda la Cooperativa. Este club me formó y por eso le tengo gran cariño. Les quiero regresar mucho, mucho”.
Tena se retiró a los 31 años de edad, “y de inmediato me vine a pedir una oportunidad. Me pusieron a entrenar a los jóvenes de 15 años. Luego fui auxiliar y seis años después, me dieron la oportunidad de dirigir en Primera, en enero de 1995. Ese mismo año llegamos a la final que perdimos con Necaxa, un momento dolorosísimo, porque se tenían 15 años sin ser campeón. Dos años después llegamos a la final del 97 y la pudimos ganar; una gran alegría en toda la familia de Cruz Azul, después de 17 años. Dos años después llegamos a otra final y perdimos con Pachuca en nuestro estadio”.
Esa noche en el Azul, la contempla como “la más dolorosa de mi vida, con ese gol de oro de [Alejandro] Glaría. Perdimos esa final que todos pensábamos que ganábamos. Luego salí, experiencia en otros equipos, volví, en fin…”.
Y vaya que es duro ser técnico; pese a ello, El Flaco cumplió 19 años dirigiendo el pasado enero: “Voy por los 20, pero me veo como de 50”, bromea.
Y ha vivido de todo: “Son 19 años donde pasas buenos y malos momentos, como es la vida misma. Te va bien, te va mal. No hay ninguna vida que le vaya bien siempre, que no tenga problemas, o un dolor, por privilegiada que sea”.
La frase es trillada, pero “el futbol es así, por muy bien que comiences, luego pierdes, te corren, y a esperar otra vez, a prepararte. Son más los momentos dolorosos que los buenos, pero cuando vienen, uno siente que todo ha valido la pena, como la medalla de oro [en los Olímpicos de Londres 2012], todo eso hay que aguantar. Voy a cumplir 20 años como técnico; entré a los 37 y hoy tengo 56. Me siento fuerte, con experiencia, madurez, me siento bien” y por ello anhela trascender, justo en la campaña donde Cruz Azul celebra 50 años en Primera División.
