Regresó el futbol profesional a La Corregidora. Volvieron los gritos, la emoción, el fervor por los colores azul y negro de los Gallos Blancos de Querétaro; también los cánticos de la Resistencia Albiazul.

Una esperanza renovada se ha masificado y la Resistencia, que al principio del partido contra Morelia calló durante 15 minutos, ya entonó de nueva cuenta los cánticos de casa, aunque algunos fueron protestando por el nuevo escudo y contra la directiva actual.

La postal fue la misma del partido contra la Liga Deportiva Alajuelense en pretemporada: el centro de la cabecera norte vacío, sólo con los tambores colocados en las gradas. A los costados, todos los integrantes del grupo de animación, parados y muy mesurados en sus muestras de apoyo. Tras 15 minutos de juego, los tambores revivieron y las gargantas no pararon de gritar hasta el final del juego, ahora sí, ocupando toda el área de la cabecera norte.

La porra continuará con las dinámicas de protesta. No faltarán a los partidos en casa, pero “las protestas van a continuar mucho tiempo, hasta que logremos que se mantengan los colores originales y todo esto lo estamos complementando con una pequeña campaña que llamamos ‘Nuestros colores son sagrados’”, confirmó Amílcar Godínez, representante de la barra de animación.

La gran mayoría de aficionados han adoptado esta nueva etapa del conjunto plumífero y creen en ellos, demostrándolo con el incesante grito de “Gallos, gallos”. Los aficionados hablan y les gusta este nuevo proyecto.

Es el caso de Jorge, quien porta, como la mayoría, el jersey plumífero. “Les va air bien se reforzaron excelente y en las otras temporadas eso faltaba, alguien que llegara e invirtiera, y ahora los jugadores que trajeron me agradan, se hizo un gran equipo y la pretemporada que hicieron me pareció muy buena, la verdad creo que llegarán lejos este torneo”, declaró el aficionado que ve en Esteban Paredes a un jugador que puede convertirse en un emblema para los emplumados.

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