Guadalajara.— Es una crisis. Así, con todas sus letras. No se le puede llamar de otra manera al momento que vive el Guadalajara. Por eso, tras la derrota de este domingo como local, por 0-1 frente a León, el entrenador del Rebaño Sagrado, el argentino Matías Almeyda, ha reconocido que más bajo no se puede llegar. Y ha lanzado la advertencia: es tiempo de cambiar jugadores.

En esas modificaciones, prometidas a partir del próximo partido, la jerarquía o el nombre que tenga cada futbolista no se tomará en cuenta. Jugará, simplemente quien demuestre que quiere hacerlo. “Aquí ha sido así siempre. Ahora, uno como entrenador trata de dar confianza al jugador, dependiendo el momento, para brindarles seguridad, pero hoy me doy cuenta que es un momento donde tocamos fondo. Chivas ha tocado fondo y debe ser un resorte para saltar hacia arriba. ¿Cómo se logra eso? Cambiando y viendo quien esté en plena disposición y con ganas de sacar esto adelante”, sentencia.

Pese al mal momento, la renuncia no es una opción para el argentino. “Eso no me pasa nunca por la cabeza, porque mi vida ha sido sacrificada. Mientras tenga herramientas, lucho hasta el final; después, asumo todo tipo de responsabilidad hasta hoy, por decidir ciertos jugadores, por darles posibilidad. Y a partir del siguiente partido, empezaré a cambiar y ver todas las maneras de sacar esto adelante. La vida continúa y mientras tenga la chance de trabajar, lo haré”, asevera.

“No sé si llamarlo mano dura, pero sí buscar solución, porque veo entrega de ellos en los entrenamientos, mas el futbol tiene esto, a veces por más entrega, no pasas por un buen momento. Ahora empieza esa parte que he pregonado, la competencia interna y quien tenga oportunidad, que la sepa aprovechar”, añade el estratega del Rebaño Sagrado.

Afirma que no se trata de una medida extrema. “Desesperada no es. Uno como estratega debe saber con las armas que va a la guerra. Hay soldados que hay que sacar y poner soldados nuevos, que tengan hambre, que quieran mostrar lo que es vestir esta camiseta y luchar hasta la muerte. Tenemos un gran diálogo con los jugadores y todos luchamos por el bien de Chivas. No salió de mi boca decir que el barco está hundido ni nada. El barco está a flote y luchará hasta el final”, sentencia.

Y aclara enseguida: “No está en mi cabeza salvarme yo para ensuciar a los jugadores. El primer responsable soy yo y cada uno sabe lo que hace. Entre nosotros nos conocemos y cada uno sabe si está bien o mal lo que hace. El resultado no avala nada de lo que diga, pero han habido partidos que jugamos bien, el de hoy [ayer] fue malo y es momento de empezar a cambiar”.

Admite que Carlos ‘Gullit’ Peña es uno de los que pasa por mal momento. Seguramente, la banca le espera. “Creo que no está en el nivel por el cual fue contratado”.

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