SEATTLE.— Frente al “rival más débil”, México encontró anoche el camino del éxito. Lo hizo gracias a que supo sacar provecho a dos jugadas a balón parado, una de ellas cortesía del árbitro salvadoreño Joel Aguilar, quien decretó penalti al primer clavado que ensayó Marco Fabián.

Los chispazos bastaron para vencer 2-0 a Canadá y —de pasadita— enmendarle la plana a la Concacaf, apenas para direccionar al Tri en la segunda posición del Grupo A de la Copa de Oro, atrás de Panamá.

Después de corregir algunas dificultades en zona defensiva, el estratega José Manuel de la Torre descubrió la fragilidad de Canadá, mas al igual que en los otros compromisos, careció de facultades para romper con rapidez la formación que incomodó a los nuestros.

Sin variar su planteamiento táctico, sacó al lateral Israel Jiménez por Miguel Layún. Además, inició con El Topo Valenzuela en la central, junto con Huiqui, para dejar en el banco a Pereira. Y movió a Luis Montes por Alejandro Castro en la contención. Ahí, El Chapo compartió zona con Jorge Enríquez, mientras Adrián Aldrete corría por la banda izquierda, para ayudar a la salida que intentaba Efraín Velarde.

Más comprometido con el talento, Marco Fabián se mostró más suelto, en su afán de alimentar a Raúl Jiménez y Rafael Márquez Lugo.

De entrada, el plantel mexicano encimó a su oponente y lo puso contra las cuerdas, pero no supo resolver su resistencia debido a que las jugadas resultaban repetitivas, mucho buscar por las bandas y esperar el pelotazo al área, con pésimos resultados.

Nunca apostaron por la pared por el centro y eso permitió que Canadá poco a poco se atreviera a salir mediante pelotazos, al extremo de provocar algunas faltas que sirvieron para proyectar centros peligrosos, como el que generó al minuto 29, cuando Marcus Haber cabeceó un pelotazo que logró desviar Jonathan Orozco a primer poste.

Sin embargo, el endeble desafío se diluyó en la agonía del primer lapso. Sobre el minuto 41, Marco Fabián se abrió camino entre una serie de rebotes y conectó cruzado, potente, para obligar a la desviada del portero Borjan. En el tiro de esquina, Luis Montes proyectó a primer poste, donde Jorge Enríquez anticipó. La desviada ayudó a que, de frente a la portería, fulminara de testa Raúl Jiménez.

Con el rival “echado”, México tomó una ventaja sólida al 55’, gracias a un descarado “clavado” de Marco Fabián, a pase de Márquez Lugo. El penalti lo empujó el propio Marco.

Enseguida, el público se topó con aburridor paseo del balón de uno a otro lado del césped sintético del CenturyLink Field. Tan triste para imaginar más complicaciones a futuro, más allá de que el certamen esté diseñado para que avancen ocho de las 12 selecciones participantes.

Peor aún, en la agonía, en un cobro a balón parado a favor de Canadá, Marcel De Jong ejecutó un tiro libre que sacudió el travesaño mexicano. Como después El Chuletita Orozco apedreó el madero canadiense con un testarazo, para decretar el anhelado “final feliz”.

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