Por la mañana, Adalid Maganda desayunó en compañía del árbitro gafete FIFA, Roberto García Orozco, y del asistente José Luis Camargo. De pronto, la figura del joven silbante acapulqueño cobró una importancia inusitada.

Apenas ha sido contemplado en el Apertura 2015 para arbitrar en la Liga de Ascenso MX, promovido por el director del área técnica de la Comisión de Arbitraje, Edgardo Codesal, luego de que en el pasado semestre pitó la final de ida de la Segunda Premier.

Su rápido ascenso le permitió figurar como cuarto árbitro en el duelo de Copa entre Atlante y Pachuca, el pasado martes en el estadio Andrés Quintana Roo. Desafortunadamente, se dio a conocer a partir de un incidente de presunto racismo, que no se ha atrevido a denunciar públicamente.

“Mira, no puedo tocar el tema por el momento”, respondió Adalid a EL UNIVERSAL, en charla telefónica.

—¿Te lo prohibieron?

“No, pero no puedo tocar el tema”.

—¿Hablaste con Codesal?

“No puedo tocar el tema por el momento, ¿me disculpan?”, atajó.

Aquella noche, al incursionar en el vestidor de los Tuzos, Maganda escuchó cómo algunos jugadores emitían sonidos, similares a los de un mono. Un acto de racismo que ayer no se animó a desmentir ni confirmar.

Omisión grave. El asunto mismo, “por la gravedad de los hechos, merecería una investigación, que se abra un expediente”, sugirió el ex árbitro y hoy columnista de EL UNIVERSAL, Eduardo Brizio Carter.

“Si se reporta mal comportamiento —en la cédula—, que se cite al involucrado y si hubo burlas racistas, es de gravedad extrema”, añadió.

“Este tipo de asuntos preocupan a la FIFA, al Comité Olímpico y a Derechos Humanos. Si ocurrió, sería grave que haya sido omitido y que no se haya explicado con claridad”, abundó.

“Si hubo intervención de la Comisión [de Arbitraje] para bloquear la información, se me hace triplemente grave”, reprochó Brizio. “Esto debería esclarecerse y darle una explicación a la opinión pública”.

Insistió en que “esto no debe ser minimizado por nadie. Es increíble que lo minimice Codesal, la Comisión Disciplinaria y el nuevo presidente de la Liga MX [Enrique Bonilla] no actúe”.

Incluso “hay que investigar qué pasó, pero si un personaje bloquea, falsea y limita el informe del árbitro, en lugar de invitarlo a que sea claro y explícito, resulta escueto, al extremo de decir que mostraron un ‘comportamiento inapropiado’. ¿Qué es un comportamiento inapropiado? Si es lo que todos pensamos, eso tiene otro nombre y apellido”, descubrió Brizio, para quien los árbitros “aparentemente se unen para lo malo, pero cuando hay que defender la dignidad del gremio, no están muy dispuestos”, remató.

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