MIAMI.— Si Lance Armstrong pensaba que con su esperada confesión de dopaje terminaba todo, se equivocó: una compañía anunció que presentará una demanda contra el ex ciclista para que devuelva más de 12 millones de dólares, la primera etapa del “tour jurídico” que quizás le espere en los tribunales.

SCA Promotions quiere recuperar el dinero que le pagó en concepto de recompensa por ganar sus siete títulos del Tour de Francia. Además, los medios estadounidenses aseguran que el gobierno está decidido a abrir una investigación criminal contra Armstrong por obstrucción a la justicia e intimidación de testigos.

“Pedimos al señor Armstrong que devolviera el dinero, pero no contestó y sus representantes dijeron que no lo van a hacer”, dijo Jeffrey Tillotson, abogado de la compañía.

SCA ya quiso recuperar su dinero en 2005 ante la avalancha de acusaciones de dopaje que el propio Armstrong confesó el mes pasado en televisión tras años de mentiras.

“El equipo legal de Armstrong y sus representantes aseguraron repetidamente que SCA sólo recibiría su dinero si el señor era desposeído de sus títulos, y como eso ocurrió ahora, queremos que se atengan a esas declaraciones”, dijo en un comunicado la compañía ubicada en Dallas.

El ex ciclista fue sancionado de por vida en octubre del año pasado y perdió sus siete títulos del Tour galo.

El camino de redención no va a ser nada fácil para el ex ciclista de 41 años, que está decidido a colaborar con la USADA (Agencia Antidopaje de Estados Unidos), el ente que lo persiguió y sancionó.

“Hemos estado en comunicación con el señor Armstrong y sus representantes y entendemos que quiere ser parte de la solución”, anunció la noche del miércoles la USADA, que dio dos semanas más de plazo al estadounidense.

El director ejecutivo del organismo, Travis Tygart, puso el 6 de febrero como fecha límite para que Lance testificara bajo juramento, condición indispensable para tratar de rebajar la sanción de por vida.

“Aunque yo soy el ojo del huracán, esto no es sólo sobre un hombre, un equipo, un director. Se trata del ciclismo y para ser franco, se trata de todos los deportes de resistencia. Linchar públicamente a un hombre y su equipo no resolverá el problema” , dijo Armstrong en una entrevista la pasada semana con cyclingnews.com.

El estadounidense considera su castigo una “pena de muerte” en comparación con las sanciones mucho menores impuestas a otros ciclistas que confesaron.

Según los medios locales, la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) está investigando al ex corredor, y agentes del gobierno estudian un posible delito de obstrucción a la justicia e intimidación a testigos.

Sin embargo, Andre Birotte, el fiscal encargado de la investigación criminal que se cerró en 2012 sin cargos contra el ex ciclista, descartó el martes que se reabra el caso.

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