Madrid.— Las semifinales de la Liga de Campeones devuelven a la gran escena del futbol europeo un derbi madrileño que dio el salto para convertirse en duelo por ser campeón de Europa, entre un Real Madrid que desea ser el primer equipo que reedita éxito y un Atlético incansable en la búsqueda del ansiado título.

Madrid y Atlético se ven las caras por cuarto año consecutivo en la Liga de Campeones. Duelos repletos de igualdad que deciden pequeños detalles. Dos de las tres últimas finales del torneo más prestigioso del mundo a nivel de clubes y unos cuartos de final dan forma al éxito reciente madridista y las lamentaciones rojiblancas tras acariciar el título. El futbol siempre ofrece la oportunidad de revancha y nuevamente aparece para los del argenbino Diego Simeone.

Zinedine Zidane prohíbe a sus jugadores pensar en las finales de Lisboa y Milán que dieron al club blanco la décima y undécima copas de Europa ante el Atlético en 2014 y 2016. Ni en la eliminatoria de cuartos que decidió en 2015 un tanto del mexicano Javier “Chicharito“” Hernández.

Zidane busca una nueva variante para intentar aportar luz a los entramados tácticos en los que siempre caen los duelos ante Diego Simeone. Modificará el sistema sin tener que convertir en inamovible el 4-3-3 por la baja de Bale y encontrando en un 4-4-2 con libertad de movimientos para Isco.

Enfrente, el Atlético mantiene su insistencia en la Liga de Campeones. Para la visita al Santiago Bernabéu, donde resume sus últimos seis desplazamientos allí con tres victorias, dos empates y una derrota, el Atlético recupera a Yannick Carrasco y mantiene de baja a Sime Vrsaljko. Simeone afronta una nueva reinvención un cambio de sistema al 3-5-2 con carrileros, para un 11 que coincidirá con la alineación tipo en muchos de sus nombres: Oblak, Savic, Godín, Filipe Luis, Gabi, Saúl, Koke, la estrella Griezmann y, probablemente, Kevin Gameiro.

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