Complicada contienda le espera a Gallos Blancos este miércoles cuando enfrenten a Cruz Azul, en juego pendiente de la jornada 4, el segundo en fila que sostendrán en el estadio Corregidora, donde, si ante Bravos hubo casi un lleno en su reapertura al público, ahora con esta visita, seguramente lo habrá, y exigirá por tanto, un mayor dispositivo de seguridad tanto dentro como fuera del escenario para evitar cualquier desaguisado entre seguidores de ambas escuadras.

Los Celestes, ahora bajo el mando de Ricardo Ferretti, que sabemos cómo se las gasta para sacar puntos de donde sea, más aún por la necesidad que tiene su equipo al que tomó de capa caída, vendrá a la segura, a todo menos a perder, así que sus candados defensivos se verán en la cancha, buscando obviamente el contragolpe para hacerle daño a los rivales.

Gallos no la tiene fácil, pero es el obligado a proponer, a atacar con lo que tiene y demostrarle a su afición que por lucha no quedará.

Al torneo le quedan pocas jornadas de fase regular y por ello los puntos valen oro. Los celestes que medianamente han mejorado, son octavos con 16 unidades, mientras que Gallos no sale del penúltimo lugar con nueve, por lo que cualquiera marcaría como favorito a los primeros, pero aguas porque puede haber una sorpresa.

De hecho y cómo ha sucedido en los últimos torneos con este repechaje, que ya pronto terminará, con 20 o 21 unidades prácticamente aseguran boleto, recordando que los cuatro primeros pasan directo a cuartos de final y los otros ocho a repesca.

Se puede decir que Monterrey 31, León 24, América 23, Toluca y Pachuca 22 así como Tigres y Chivas 21, ya están adentro y sólo buscarán mejorar su lugar. Quedarán por tanto, sólo cinco boletos que hasta ahora pelearán: Cruz Azul 16, Santos 15, Juárez y Puebla 13, Atlas, Necaxa, Tijuana y San Luis 12, Pumas 11 y Gallos nueve; Mazatlán, último con cuatro, está descartado. ¿Cómo ven?, así la mediocridad del campeonato mexicano, pero ni modo, negocio es negocio.

En fin, lo que se espera este miércoles por la noche es que los Gallos salten a la cancha a morirse en la raya por el triunfo, no a especular, no a enfrentar con temor al enemigo y sí a darle una satisfacción a sus miles de seguidores que, a pesar de todo, no les dan la espalda. Hasta la Próxima.