Si bien es cierto que las compras en línea han mostrado un crecimiento anual de alrededor de 30% en los últimos años, aún falta mucho por hacer para aprovechar y expandir el e-commerce en nuestro país.
De acuerdo con el Estudio sobre Venta Online en México 2019, cada vez más, los consumidores están haciendo de las compras en internet un hábito frecuente: mientras que en 2017 sólo 7% recurría al e-commerce de manera semanal, durante 2018 esa cifra subió a 38%.

Renata Raya, una de las socias de Triciclo, empresa mexicana que está por cumplir cuatro años, especializada en e-commerce  y que trabaja con Shopify  para desarrollar tiendas en línea, nos platica que las ventas en internet representan 4.6 % del Producto Interno Bruto (PIB), y si quitamos todo el tema de servicios, compra de boletos de cine, de teatro, comida, etcétera, esto sólo representaría 2% del PIB anual,  lo cual demuestra que aún abarca un porcentaje muy pequeño, pero también que hay un gran abanico de oportunidad para comercios chicos, medianos y grandes de implementar o seguir ofreciendo el comercio online.

Hay muchas personas que desconfían de adquirir cosas en web, pero la realidad es que hay una mala percepción de los fraudes en línea, ya que es más factible que al comercio le hagan un fraude que al cliente. Por ejemplo, si alguien usa una tarjeta robada y el dueño de ésta reclama y no reconoce el cargo, el banco regresa el dinero, por lo tanto al final le pega al comercio.

Hay muchas personas, sobre todo las mayores, que prefieren hacer compras por teléfono, pero cuando hablas y das tus datos no estás considerando que arriesgas los mismos. En cambio, en línea todo está encriptado, y hay ciertas recomendaciones que se pueden seguir para no ser víctima de engaños, como revisar la página donde se va a comprar,  si tiene comentarios, si las redes sociales están activas, si mandas un correo o chat y te contestan, en fin, mini filtros que a los usuarios les ayuda para saber si es un comercio confiable más allá de si es una marca conocida o no.

¿Qué se ha hecho para mejorar? Los sistemas de pagos, las páginas con sellos de antifraude, de pago seguro, el uso de PayPal, formas sumamente seguras para la empresa y el cliente final.

Futuro y realidad aumentada. Una de las razones por la que la gente sigue algo escéptica es por la falta de la experiencia de comprar el producto, de tocarlo, de mirar cómo se te ve, hablando de ropa por ejemplo. Sin embargo, la realidad aumentada está transformando está experiencia, aunque no remplazará nunca lo físico, ayuda a ver 360 grados cómo se puede ver el producto más allá de una foto estática.

Las marcas apenas se están sumando a esto, por ejemplo en países como Estados Unidos o Canadá, pero, señala un estudio de Gartner, para 2020, se calcula que unos 100 millones de consumidores realizarán sus compras utilizando realidad, ya sea en línea o en las mismas tiendas.

Este uso de la tecnología es maravilloso para ofrecer una extensión de la experiencia de marca y brindar al consumidor ambientes más inmersivos, por ejemplo, la app de la tienda sueca IKEA  la utiliza para que sus consumidores puedan ver cómo quedaría en casa un mueble, mostrando el tamaño que ocuparía cada producto ¿genial no?

En el tema de comercio el línea sin duda lo mejor está por venir.

lucyquiroga@hablemosdedinero.com.mx
@finanzasentacon

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