El Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP en inglés) estará listo para firmarse el próximo 4 de febrero, cuando se espera la reunión entre los 12 presidentes de los países miembros e inicie el proceso de aprobación en cada uno de los congresos, explicaron funcionarios y especialistas.

Durante la Reunión Anual de Industriales (RAI) que organiza la Confederación de Cámaras de Comercio (Concamin), el subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, Francisco de Rosenzweig, afirmó que el TPP podría quedar aprobado en 2016.

En el caso de Estados Unidos, el proceso de aprobación se dará después de que se lleve a cabo la consulta y se empalmará con la campaña electoral para presidente de ese país, añadió el presidente de la firma Iqom y también ex titular de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (ahora Secretaría de Economía), Herminio Blanco.

Blanco, Rosenzweig y el presidente de la Concamin, Manuel Herrera, coinciden en que se abren oportunidades para los exportadores mexicanos con la próxima entrada en vigor del TPP, que cuenta entre sus miembros a Australia, Brunei, Canadá, Estados Unidos, Japón, Perú, Nueva Zelanda y México.

“El TPP representa grandes retos para nuestro país, pero también grandes oportunidades. En Concamin tenemos una visión, México debe de colocarse en las siete primeras economías del mundo; debe de ser de los países más competitivos; debe y puede abatir la pobreza, a partir del crecimiento de nuestras empresas, del tamaño que sean”, expuso Herrera.

Pero si bien hay oportunidades, para los canadienses también hay retos, ya que “obviamente ningún acuerdo es perfecto”, dijo el vicepresidente de la firma Política, Innovación y Competitividad de Canadá, Eric Miller.

En ese sentido, el ministro de la Embajada de Japón en México, Toru Shimizu, dijo que la mayoría de los japoneses apoya al TPP, aunque hay sectores que consideran que se verán afectados por ese acuerdo.

No obstante, Rosenzweig advirtió que el capítulo de empresas propiedad del Estado establece disposiciones que evita que alguno de los países dé mejores condiciones a las firmas. “Lo que se hace es eliminar o prohibir apoyos que generen un efecto adverso a las condiciones de mercado, lo que nos permite tener un piso más parejo”.

Agregó que también hay un mecanismo de solución de controversias que ofrece mecanismos más ágiles para enfrentar las dificultades que se presenten ya que se cuenta con herramientas como suspensión de beneficios comerciales o sanciones económicas.

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