El reciente éxito y súbita salida del minijuego Flappy Bird vendría a confirmar lo que muchos analistas del mercado de las aplicaciones sostienen: Nadie conoce qué es lo que los usuarios de apps prefieren.

“No podemos saber cual es el modelo de negocio exitoso. Pero, está demostrado que las personas buscan desarrollos sencillos y que se puedan jugar sin necesidad de explicaciones”, dijo Alejandro García, director general de UNAM Mobile.

En referencia a Flappy Bird, el juego para móviles que durante las últimas semanas se posicionó como el más descargado en las tiendas de aplicaciones Google Play y App Store de Apple, el especialista explicó que parte del éxito se debe a que aprovecha elementos muy conocidos por las personas.

“Básicamente el desarrollador incluyó dos elementos: los pajaritos que se hicieron populares con la app de Angry Birds y los elementos gráficos de Mario Bros., eso hizo que lo identificara la gente”.

Sin embargo acotó: “esta app sale a finales del año pasado y recientemente despegó. Es curioso este fenómeno, incluso hay rumores de que se utilizaron bots (programas informáticos que simulan comentarios o actividad humana), para hacer que la app se hiciera popular”.

Con todo y que este software de descarga gratuita generaba alrededor de 50 mil dólares diarios por ventas de publicidad, su creador Dong Nguyen decidió retirar el minijuego de las tiendas de aplicaciones.

Mercado competido

Para Gonzalo Rojon, director de la firma investigadora de mercados digitales y telecomunicaciones The Competitive Intelligence Unit (The CIU), el que esta aplicación sea un fenómeno en ventas no es un hecho aislado, sino fruto del trabajo del desarrollador.

“El creador de Flappy Bird, app que incluso reportó ganancias diarias de 50 mil dólares, tuvo que hacer muchas otras antes de tener éxito con esta. Además ha dicho que seguirá desarrollando. Eso pasa en todos los casos, por ejemplo, las personas de Rovio, empresa que hizo Angry Birds, tuvieron que trabajar y crear muchas apps antes de lograr el éxito”.

Rojón destacó que existen varios modelos para la comercialización de las apps, los clásicos que son los gratuitos y los con costo por su descarga y un modelo relativamente reciente que es conocido como Freemium, que consiste en dejar que una app se descarge de manera gratuita, pero poner costo a ciertas funciones, características o niveles dentro de un juego.

Los especialistas consideran que en México hay talento para generar este tipo de creaciones. “Te puedo asegurar que Flappy Birds pudo haber sido desarrollado por cualquier mexicano con experiencia básica, si te das cuenta es muy sencillo, pero nos falta pensar de manera global”, concluyó García.

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