Ana no sabía lo que era un fractal. Un fractal es una figura geométrica que se repite hasta el infinito. La idea de los fractales le fascinó. Y más tarde, cuando se volvió actriz, se le ocurrió que los papeles pequeños en los filmes eran como fractales. La joven es extra de películas, ser extra para ella es ser un fractal. Pero ella tiene un gran sueño, actuar en una de las cintas de Alejandro González Iñárritu. Así que se va a España, y en el proceso del casting descubre que está bloqueada emocionalmente y eso es lo que le impide llegar al éxito.

Con la dirección de Fernando Manzano Moctezuma se estrena en El Sótano Teatro, Fractales, obra de Alejandro Ricaño, en donde Ana es el personaje principal. No una extra. Será una única función, programada para hoy, a las ocho de la noche. Con la actuación de Andrea Alfaro, Laura Paulina Vega y Grecia Atilano. Además de tres músicos que interpretarán la pieza “Adán Landín”, compuesta especialmente para el montaje.

El estreno de Fractales estaba programado para antes de la pandemia, pero es hasta ahora que se presenta por primera vez esta pieza y será en Querétaro, con una sola función. Después se ofrecerá una temporada de presentaciones en Ciudad de México y si hay oportunidad, regresarán a Querétaro.

“En esta época donde la pandemia nos ha obligado a salir de las salas de teatro, hoy regresamos con este espectáculo, este proyecto ha llevado meses y muchos conflictos debido a la pandemia, ahora por fin va a poder ver la luz. Tenemos el honor de estrenar en Querétaro y después tendrán una temporada en la Ciudad de México, pero iniciamos este viaje en Querétaro”, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro Fernando Manzano Moctezuma.

La obra de Ricaño fue elegida por abordar un tema que atañe a todos, los sueños y el bloqueo emocional, causante de limitar el logro de esos anhelos.

“Fractales nos cuenta la historia de Ana, una joven que busca ser actriz en una de las películas de Iñárritu, pero siempre la 'castean' para papeles pequeños. Y ella habla de los fractales, de estas figuras que aparentemente no son nada, pero que juntas empiezan a juntar un todo, así ella justifica su trabajo, a lo largo de la obra nos vamos a dar cuenta que ella está bloqueada emocionalmente por un fin de situaciones que ha vivido, y la obra va de recordar esos momentos y de darnos cuenta que todos nosotros como Ana, somos un fractal más”.

Aunque la historia se centra en una mujer, no es una puesta en escena que se encasilla en un universo femenino, sino de cuestiones humanas.

“Más allá de la cuestión femenina toca temas muy humanos, quién de nosotros no se ha sentido bloqueado emocionalmente, quién de nosotros no se ha sentido saboteado por el destino sin saber por qué nuestros sueños están cada vez más lejos. Entonces como Ana, nos damos cuenta que somos una partícula en este universo. Más que una cuestión femenina lo que retrata Ricaño es la esencia humana pura, por lo cual es muy fácil identificarse con nuestros personales”, añadió el director.

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