Chepina Peralta, pionera de los chefs de televisión, murió ayer a los 90 años. La última entrevista que la legendaria conductora concedió a los medios fue a EL UNIVERSAL Querétaro; a continuación retomamos esa conversación, que data de julio de 2019, en la que desde la casa de retiro en la que vivía, la presentadora recordó los inicios de su carrera y algunas anécdotas.

Tras observar la foto de la portada de una revista, con ella atrás de una mesa y una cocina de fondo, Chepina Peralta sonrió y dijo que era su primera escenografía. Esa fotografía tiene más de 40 años, pero la sonrisa de la presentadora seguía siendo la misma.

Afirmó que fue, en 1967, la primera mujer en América Latina en presentar un programa de cocina en la tv. “Una señora tuvo la idea de hacerlo y buscaron a una persona, a una mujer más o menos de mi edad en aquel entonces, treinta y pico, que tuviera facilidad de palabra. Soy maestra de oratoria y querían a una señora que fuera auténtica ama de casa y que pudiera hablar para hacer un programa de televisión de 15 minutos diarios. Por tres meses fue el primer contrato.

Yo no sabía cocinar ni me gustaba. En casa se cocinaba y se tenía que cocinar, pues había cinco niños y un marido en una familia, pero no me gustaba cocinar. Eso no lo dije en la entrevista y me dieron el trabajo, pero no tenía problemas porque me daban el guion y duraba 15 minutos”, narró.

Recordó que después tramitó su licencia de locutora, para ello se preparó con un gran número de guías de estudio y pasó el examen.

Luego dejó de ir a la televisión, pues se terminó el programa y padeció laringitis. Cuando se recuperó, Chepina volvió a la tv y fue recibida por un productor cubano que le preguntó a gritos dónde se había metido. Le enseñó las cartas y telegramas de muchas mujeres que estaban “locas” por su programa y le ofreció seguir con el espacio, pues incluso ya tenían patrocinador.

La contrataron y tuvo su propio programa, que duró nueve años al aire, teniendo como productor a Salvador Ortiz. Notó la importancia que tenía la alimentación para la salud de la población y evitar el sobrepeso y la obesidad.

“Me di cuenta de la importancia de la alimentación. Teníamos el problema de los niños obesos. Me di cuenta de la oportunidad que tenía, con un programa diario, de media hora”. Por lo que, de forma agradable, incluía recomendaciones para llevar una vida saludable.

De la tv pasó a la radio, recorriendo buena parte de los medios de comunicación, debido a la fama que tenía entre las mujeres.

Chepina afirmó que a lo largo de todos los años que estuvo al aire le pasaron muchas anécdotas, pero recordó una en especial, que ocurrió cuando estaban arreglando el estudio, por lo que el lobby del teatro estudio se acondicionó para transmitir el programa. Cuando el programa estaba a punto de iniciar, un tubo que estaba sobre la mesa se cayó y todos los ingredientes salieron volando.

“Como pudimos recogimos lo que estaba el suelo. El director, bien astuto, puso un vals para que me diera tiempo de reponerme y a ver qué hacía yo con lo que quedaba.

Dije: ‘señoras, a veces abrimos el refrigerador y no quedan más que sobritas de alimentos de otros días, entonces no se van a tirar, se deben aprovechar’. Pero era para darme tiempo de pensar qué podía hacer. Poco a poco hice un pastel y quedó. Cuando terminó el programa tiramos el pastel porque estaba lleno de vidrios de todo lo que se rompió”.

Otro día, contó, hizo zarzuela de mariscos. El programa era en la mañana y en la noche unos amigos irían a cenar a su casa, por lo que decidió preparar el mismo platillo. Fue a conseguir los ingredientes a la pescadería de un supermercado. El hombre que la atendió le preguntó si había visto a la tal Chepina Peralta, porque todas las señoras le habían pedido eso. No la reconoció

La cocinera más famosa de la tv se despidió. Pidió su rebozo, pues notó intenciones de quien lo sostiene de llevárselo, al tiempo que reía. Siguió posando para las fotos, con una sonrisa en el rostro.

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