Todos los contribuyentes están obligados a emitir Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI), pero hubo quienes dejaron la adopción hasta el último minuto y no pudieron contratar al proveedor indicado, obtener una cita en el SAT o capacitarse para usar el modelo.

Al menos cinco millones de contribuyentes registrados como personas físicas y empresas se vieron obligados a adoptar la modalidad de CFDI al iniciar el 2014. Sólo aquellos contribuyentes que durante 2012 facturaron menos de 500 mil pesos tendrán hasta el mes de marzo para adoptar el esquema, indica la empresa wFactura.

Pero la factura electrónica debe verse más allá de un tema fiscal, puede ser la puerta de entrada para que las empresas de todos los tamaños adopten Tecnologías de la Información (TI) volviéndose más competitivas.

Si bien pueden utilizarse soluciones simples y gratuitas que sólo permiten a la persona, física o moral, facturar, también es una oportunidad para automatizar la empresa, adquiriendo un software ERP desde el cual es posible llevar el control de los clientes, las ventas, el inventarios, las compras, todos la información que facilita una mejor toma de decisiones.

En este caso las opciones disponibles son compra o renta. Es decir, puede adquirirse el software para conservar toda la información en los equipos propios o solo pagar por el número de usuarios que utilizan la solución, en cuyo caso las actualizaciones están incluidas.

ADOPCIÓN POSITIVA

En los años que el modelo de facturación digital ha estado vigente, se ha comprobado que permite una reducción de tiempos y procesos administrativos, rapidez y seguridad en el intercambio de información y agilización en la recepción de mercancía, hechos que pueden traer ahorros por encima del 50 por ciento en comparación con el proceso de facturación tradicional.

Otra ventaja es que deja de ser necesario contratar servicios de mensajería para enviar los comprobantes y se ayuda a la conservación del medio ambiente al eliminar el uso de papel.

Un tema a destacar es el almacenamiento, por ahora se conserva la regla de guardar cinco años los comprobantes, pero con el modelo en funcionamiento, German Madero, director comercial de Microsip, señala que, dado que el PAC envía una copia al SAT, las estipulaciones podrían cambiar.

Pero aún teniendo que conservar los comprobantes por años, se presentan ahorros, ya que pasar del almacenamiento físico al digital permitirá un mejor manejo de la información y de la seguridad, así como un considerable ahorro de recursos invertidos para resguardo que puede alcanzar un 30 por ciento, sin contar la eliminación del gasto en carpetas, cajas y archiveros.

Esto quiere decir que una empresa o persona que continúe imprimiendo y archivando físicamente las facturas, no sólo trabajará doble sino que necesitará invertir más dinero para el correcto control contable. Debe existir un cambio de paradigma para que el modelo digital entregue ventajas.

Pero el ahorro presupuestal no es la única ventaja que ofrece el nuevo sistema de facturación. En el tema de seguridad se afirma que a una persona le llevaría años descifrar el código de una llave privada asociada a un certificado de sello digital en comparación con los 30 minutos que le tomaría a un falsificador copiar una firma en papel.

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