Con una función de gala el próximo 13 de junio a las 20:30 horas en el Cineteatro Rosalío Solano, festejarán 150 representaciones de la puesta en escena El Padre, y 600 representaciones de las cinco mejores obras de cámara del gran dramaturgo sueco August Strindberg, producción de EspeKtros Teatro y dirección de Omar Alain Rodrigo.

Serán dos funciones las que coronen este cierre. El pasado jueves se llevó a cabo la primera y mañana a las 20:30 horas, con las actuaciones de Guillermo Smythe, Laura Corvera, directora del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes (IQCA); Lupita Smythe, Gilberto Martín del Campo, Alejandrina Hernández y Omar Alain Rodrigo.

Los invitados a develar las placas conmemorativas son Roberto Servín, Cronista de la Ciudad; el director del Instituto de Cultura del Municipio de Querétaro, José Antonio Mac Gregor; el crítico de teatro Fernando de Ita; y Victor Grovas, doctor especialista en literatura escandinava.

En el año 2003 en Querétaro, bajo la dirección de Omar Alain Rodrigo, Espektros Teatro inició el Proyecto Strindberg con las presentaciones de El pelícano, puesta en escena que contó con la participación de la primera actriz del teatro mexicano Marta Aura; posteriormente vino Señorita Julia, después Acreedores, El Padre y el ciclo se cerró con La más fuerte.

Doce años después culmina este proyecto, con 600 representaciones de las cinco mejores obras de cámara del dramaturgo sueco August Strindberg, puestas en diversos escenarios de la ciudad y del estado, incluyendo presentaciones en festivales nacionales e internacionales.

En 1887, Strindberg escribió El Padre, en la ciudad alemana de Lindau, sobre una isla del lago Constanza. Su matrimonio estaba convertido en una terrible batalla campal pues su mujer había intentado conseguir de un médico una declaración de incapacidad mental y él estaba convencido de que ella quería eliminarlo recluyéndolo en un manicomio.

El tema de la obra es la guerra de los sexos y la disputa por la educación de una hija. El combate entre los esposos es a muerte y el enfrentamiento se lleva a cabo entre dos cerebros. El capitán, un aristócrata de la mente, un cerebro privilegiado, un cronómetro, como gustaba decir Strindberg, es abatido por un cerebro inferior, por el inexacto reloj de cocina que es su mujer.

El Padre es una obra con una construcción dramática impecable. La tragedia de un hombre confrontado por su esposa y condenado por toda su familia, es sólo el destino de una autoridad que no pudo ser tolerante y se negó a considerar que los otros también tenían derechos, por eso los otros terminaron ejerciendo sus derechos a partir de sus propias alianzas, la mentira y la traición.

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