Con los ojos vendados y atendidos por invidentes, más de 30 comensales pudieron vivir una experiencia sensorial en la Cata & Maridaje, en la que sumergidos en la oscuridad los asistentes degustaron distintos vinos y platillos.

La experiencia Cata & Maridaje Penumbra Gastronómica 2 se realizó en el Salón Navarra del restaurante El Caserío y fue un evento con causa, ya que todo lo recaudado —menos los gastos de operación— serán donados a beneficio de la Unión de Minusválidos de Querétaro, I. A. P.

La dinámica del evento consistió en cubrir los ojos de los participantes para luego pasarlos, en grupo, al salón —tomados del hombro—, posteriormente se les presentó al mesero, quien los guió hasta su lugar para luego servirles los platillos y las bebidas, todo esto sin que los asistentes supieran que eran atendidos por invidentes, fue hasta el final cuando se quitaron el antifaz, que lo descubrieron.

“Siempre promovemos el maridaje, pero esto tiene un sentido muy especial de responsabilidad social al poder ayudar a una asociación y de otra forma, despertar los sentidos; convirtiéndose para el comensal en una experiencia bárbara por no saber qué come o toma. Uno da por hecho que tiene la vista y el sentirse vulnerable por no poder moverse o tirar algo en la mesa, se convierte en algo muy bonito”, dijo Sergio Salmón, dueño del restaurante.

En esta ocasión contaron con 32 participantes, ya que debido al manejo de las mesas, las personas y los alimentos, el límite máximo para una atención óptima es de 35 comensales, sobre todo para que los invidentes puedan trabajar con más facilidad, ya que se requiere mayor fluidez en los pasillos para poderse mover.

“Tenemos la idea de generar experiencias con base a los sentidos para que se activen las emociones y a partir de ahí, sea un momento que trascienda y se convierta como en un sentimiento definitivo que permanezca en la memoria”, afirmó Mariana Morales Anzaldúa, fundadora de Ara Macao, empresa organizadora de esta especial cata.

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