Resulta necesario que las familias vivan un diciembre de forma inteligente para prevenir los problemas psicológicos entre sus miembros. Juan Carlos García Ramos, presidente del Colegio Estatal de Psicólogos de Querétaro, remarcó que en estas fechas crecen los casos de depresión, pero este año se suma la pandemia y los efectos que provoca.

A nivel nacional se estima que tan solo por la pandemia crecieron en 200% las problemáticas en materia de salud mental, la principal causa del repunte se estima que es el confinamiento.

Derivado de la pandemia se estima registrar un aumento del 30% en los casos de “depresión blanca”, como se conoce a los casos de tristeza y depresión que ocurren durante la época.

Se trata de un periodo en el que las personas tienen a analizar todo lo que les ha ocurrido en el año, pero también realizan un análisis a años anteriores y a su vida en general; se trata de un cumulo de emociones que surgen ante el cambio del año, las fiestas y la Navidad.

“Estamos hablando de una ‘depresión blanca’ en el sentido de que las condiciones de fin de año, las fiestas decembrinas, el año nuevo, traen, para muchas personas, una reacción de tristeza o melancolía, dadas las situaciones personales que han vivido los meses anteriores, los años anteriores, producto de duelos por: pérdidas de familiares, separaciones, desprendimientos, limitaciones económicas o situaciones que han generado estrés crónico”, detalló García Ramos.

Las familias deberán ser ingeniosas para mantener las reuniones sin romper la sana distancia, para lo cual podrán valerse de herramientas tecnológicas, sin necesidad de compartir un mismo espacio físico.

“Más que tradicional tiene que ser una Navidad inteligente, donde la creatividad inherente al ser humano nos permita realizar cosas diferentes”, ahondó .

También debe tratar de evitarse el incurrir en gastos excesivos en, por ejemplo, regalos, pues si bien se espera que mejore el panorama económico, aún se observa una situación complicada en ese tema.

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