Ulises Olivares Pinto, investigador de la ENES Juriquilla, trabaja actualmente en el desarrollo de tecnología para tratar de atender una necesidad nacional que es la detección de un tipo de patologías oculares empleando algoritmos de inteligencia artificial.

Estas patologías están relacionadas con una enfermedad crónica degenerativa que en México tiene un alta prevalencia. “En general en México tenemos alta prevalencia de enfermedades crónica degenerativas, (hipertensión, entre muchas otras) y la diabetes, a largo plazo, justamente tiende a generar problemas en la vista.

La idea del proyecto que están desarrollando en la actualidad es tratar de utilizar  algoritmos de inteligencia artificial para detectar el edema macular diabético.

“Estamos llevando este proyecto en colaboración con el Instituto Mexicano de Oftalmología que opera también en Querétaro. Ellos atienden a muchos pacientes todos los días con padecimientos oculares y algunas de las enfermedades con mayor recurrencia son aquellas que están relacionadas con la diabetes. Esta enfermedad tiende a elevar los niveles de glucosa en sangre y eso causa algunas anomalías en nuestros ojos, básicamente hay una parte de nuestra retina que se llama mácula que se encarga de que veamos las cosas de una forma detallada, que no veamos borroso o con una anormalidad.

En la UNAM Juriquilla, trabajan con IA para identificar edema macular diabético
En la UNAM Juriquilla, trabajan con IA para identificar edema macular diabético

“Básicamente lo que ocurre con la diabetes es que esta parte de la retina comienza a generar algunas anormalidades que pueden ser quistes, exudados, y eso causa que a largo plazo el paciente vaya perdiendo la vista”, explica el especialista.

La mayoría de las personas en México que tienen diabetes no saben que padecen esta enfermedad, y el primer centro de detección de la diabetes, generalmente, son los centros oftalmológicos del país. No van al médico por algún síntoma de la diabetes, sino porque comienzan a perder la vista o comienzan a ver con menos claridad, dice.

Cuando esto pasa los médicos oftalmólogos revisan todo el ojo y se dan cuenta que ese paciente que declaró no ser diabético en realidad sí lo es. Cuando llegan a este punto, estos centros oftalmológicos tienden a ser los primeros centros de detección de diabetes en México.

“Uno de los problemas que tenemos en México, y en otros países, es que se requieren dos estudios para detectar y para tener una certeza de que este paciente tiene problemas con la visión relacionados con el edema macular diabético o con retinopatía diabética: uno relacionado con observar el fondo de ojo, dilatando la pupila y observando el ojo, para detectar las anomalías.

“Para estar seguros hacen otro estudio, que es un poco caro, que es una tomografía de coherencia óptica, y no todos los centros oftalmológicos del país lo tienen. La mayoría de los estudios se hacen con las imágenes de fondo del ojo”, indica.

La desventaja de las imágenes de fondo es que generalmente se detecta el edema ya muy tarde, cuando el paciente ya requiere un tratamiento o cuando el paciente está a punto de perder la vista o ya tiene problemas. A nivel mundial el edema macular diabético y la retinopatía diabética es la principal causa de ceguera prevenible, precisa el investigador.

“Lo que decidimos hacer fue comenzar esta colaboración con el IMO y nosotros por nuestra cuenta comenzamos a diseñar estos modelos que nos ayudan a predecir la presencia de estas patologías, que son relativamente fáciles de detectar.

“Cuando a nosotros nos pasan un dato o un diagnóstico, lo que nosotros hacemos con estos modelos es enseñarle a un modelo computacional que aprenda aquellas características que están presentes en una imagen que son indicativo de que ese paciente puede tener edema macular diabético”, enfatiza.

Lo que se quiere lograr a largo plazo es tratar de utilizar telemedicina, que estos diagnósticos ya no los hagan médicos especialistas, sino que un técnico especializado en una región que pueda ser poco accesible  se entrene para tomar una imagen de fondo de ojo, una tomografía de coherencia óptima, si existen los equipos, la información se suba a una plataforma y esa información pueda ser revisada por un médico especialista en otro lugar, y al mismo tiempo ese médico revise una clasificación que debe ser revisada por él, de un modelo de inteligencia artificial que le diga: estos pacientes presentan estas características y tienen tal nivel de gravedad de estas anomalías del ojo.

El médico revisa a detalle y realiza un diagnóstico final. El médico no tiene que estar en ese lugar, puede estar en alguno otro lugar, en donde se compilen esas imágenes de lugares remotos y generar esta clasificación de patologías y que luego sean revisadas por un médico para tener la certeza total de que el modelo está trabajando correctamente.

Hay anomalías, por ejemplo, que son más importantes que otras. “Por ejemplo, todos desarrollamos una anomalía en algún momento de nuestra vida en nuestros ojos, pero hay algunas anomalías que se presentan cuando hay algunas anomalías graves, como edema macular diabético y retinopatía diabética. Con estas patologías se engrosa la retina, con esto y hay aumento en el volumen macular, obviamente los médicos tienen ahí sus mediciones, además de otras características como quistes y la presencia de líquido dentro de la retina o dentro de las capas de la retina ya no hay vuelta atrás, ya es un indicativo de que este paciente tiene o puede desarrollar esas enfermedades”, explica. 

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