La verificación de que los docentes de la Universidad Autónoma Querétaro (UAQ) realmente acudan a clases se realizará de manera aleatoria, esto tras la queja de los profesores, quienes se sienten acosados por la permanente revisión a sus asistencias.

La rectora, Teresa García Gasca, afirmó que no se puede suspender la medida de revisión, pero sí urgió a los directivos de las escuelas y facultades a que reporten a aquellos docentes que falten de manera reiterada.

Agregó que es imposible erradicar el ausentismo, pero se deben implementar acciones para garantizar que las faltas ocurran cuando sea estrictamente necesario y evitar casos en los que el único que asiste es un suplente.

“Siempre habrá una razón por la cual un académico o personal administrativo, falte, pero que sea lo menos, que sean realmente situaciones que lo ameriten, y que no se presten a esas cosas de mandar suplentes de forma continua, o ausentismos de forma continua. Se trata de tener una mejor práctica de la docencia”, comentó.

La modificación se realizó luego de que en sesión de consejo universitario, se expuso que los docentes se sienten acosados por la inspección que realiza la institución académica para garantizar que los maestros se encuentren en las aulas.

La molestia la expuso Ricardo Chaparro Sánchez, secretario general del Sindicato Único del Personal Académico de la Universidad Autónoma (SUPAUAQ), quien argumentó que los docentes no son faltistas, y que el sindicato tampoco protege a quienes se ausentan de manera reiterada.

“(Resulta necesario) discutir con los directores y directoras de las facultades el mecanismo; necesitamos, todos, poner de nuestra parte. También ellos deben proponer sus mecanismos internos”, mencionó el secretario.

También consideró que el esquema para verificar las asistencias genera gran confusión, pues ante constantes cambios, resulta difícil para los directores saber cómo o a quién, reportar y justificar las ausencias.

Argumentó que la inspección llegó a tal grado que docentes se han sentido obligados a tomarse una selfie, para demostrar que estaban en un determinado lugar.

“No es posible que un docente tenga que tardarse hasta 3 o 4 horas en justificar una inasistencia de una hora… tiene que probar por qué faltó, a donde fue, enviar el justificante, esperar la respuesta, y eso es de la hora que faltó”, explicó.

García Gasca aseveró que, ante las quejas, se regresará al esquema de verificación anterior, que se realiza de manera aleatoria, para garantizar que los maestros realmente asisten a las aulas.

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