Braulio Sandoval Hernández, viste de pantalón gris y camisa azul. “No le gustan las camisetas”, dice Verónica Hernández, su madre, quien señala que su vástago muestra gran interés en la robótica, a pesar de no contar con aparatos de última tecnología en casa, por eso el chico está emocionado por participar en la Feria Regional de Robótica que se lleva a cabo en el Punto México Conectado en Querétaro, al igual que en otros a nivel nacional.

Al interior de Punto México Conectado la emoción y los nervios de padres y niños casi se palpa. Los niños participantes en la feria, lucen ansiosos por comenzar, mientras que los padres y familiares están nerviosos por el concurso.

Los pequeños forman grupos de tres. Deben programar un robot todo terreno, para que circule por una pequeña pista, donde tiene que hacer varios giros, empujar una pelota y llegar hasta el punto opuesto de donde salió.

Para ello, los menores deben programar todo el recorrido en una computadora y vaciar las órdenes al robot, todo en menos de 20 minutos. Ese es el reto, pues deben de programar desde cero las distancias que el robot debe de recorrer, a dónde hacer los giros, qué distancia empujar la pelota y dónde detenerse a girar para reconocer su perímetro.

Braulio, de 10 de edad, y sus compañeros apresuran sus trabajos, pues es a prueba y error. Deben poner el robot en la pista, medir la distancia que deben de recorrer para evitar golpear a un tigrillo, representado por una figura, a la cual no deben de golpear, pues el reto consiste también en salvar a este animal en peligro de extinción.

Verónica explica que Braulio tiene cinco meses en las clases de robótica en Punto México. “Le gusta mucho la tecnología, a pesar de que en casa no la tenemos, porque no contamos con internet, ni tablet, ni cable, no tiene nada, pero le llama mucho la atención y lo hace bastante bien.

“Aparte de que el equipo que hay aquí, en robótica, son maestros a quienes le encantan trabajar con niños, porque se divierten los maestros, se les ve la alegría cuando están con ellos”, abunda.

Braulio también se divierte. Mientras les explican las reglas y lo que deben de hacer y no hacer en la competencia, presta atención, se cruza de brazos y se mete las manos en los bolsillos de pantalón gris, impecablemente planchado. Algunas veces interrumpe la explicación para aclarar alguna duda, que le es resuelta de inmediato.

Verónica dice que se enteraron de los cursos porque fueron a invitarlos a su escuela, la República Mexicana, en Cerrito Colorado. En un inicio, Braulio no pudo acudir, pues se enfermó, pero ella se acercó a Punto México, donde inscribió a su hijo, con el compromiso de acudir a las clases y aprendan.

Ese no es problema para Braulio, quien no entiende porqué tienen que salir de vacaciones esta Semana Santa, pues quiere seguir en clases y continuar aprendiendo. La robótica es, sin duda, es su pasión.

Los 20 minutos corren y los menores encienden rápidamente sus computadoras, abren los programas para configurar sus robots y comienzan con las pruebas de programación. Unos equipos lo hacen más rápido; otros más lento, pero con mayor exactitud, todos tienen sus áreas de fortaleza, sus puntos finos, de donde pueden obtener más puntos que sus rivales.

Los minutos avanzan rápidamente, las pruebas de programación se hacen una y otra vez. Prueba y error, los niños aprenden rápido, hacer cálculos, reconfiguran sus rovers, los ponen en la pista, ven cuánto les faltó para concluir el recorrido de manera perfecta. Fallan y lo vuelven a intentar. Está prohibido darse por vencido.

Los padres y familiares observan en silencio, no echan porras o aplauden. Observan de manera nerviosa. Cuando sus chicos prueban sus rovers graban con sus teléfonos móviles el momento. “No te pongas nervioso”, dice una mujer a su hija que recoge el rover para llevarlo nuevamente junto a la computadora y volver a programar el recorrido.

El director general del Centro de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en Querétaro, Efraín Arias Velázquez, explica que el concurso de robótica se hace en los 32 estados del país de manera simultánea, en instalaciones similares al Punto México Querétaro, que tiene más de 10 mil alumnos inscritos de todas las colonias, de la región cercana, que en conjunto con el gobierno del estado, disponen de transporte para que los alumnos de escuelas lejanas traigan a los niños para que conozcan las instalaciones y pasen por completo de lo analógico a lo digital.

Indica que mantener unas instalaciones como estas no es sencillo ni barato, pues tienen computadoras con procesadores de última generación, equipos de proyección, impresoras normales y en 3D, así como los capacitadores y personal que trabaja en el lugar.

“Por eso es un esfuerzo del país, este Punto México Conectado se financió a través de una asociación público-privada, para establecerlo en todo el país, y costear estas instalaciones y su equipamiento, así como el mantenimiento, pues hay que mantener el edificio y pagar los servicios”, dice.

Los servicios de Punto México, apunta Arias Velázquez, no se limitan a los chicos, pues incluso hay atención para mujeres y jóvenes emprendedores, para decirles cómo esas ideas de negocios que tienen, pueden usar la tecnología de punta y tener un mejor control en sus procesos de producción, y tener más utilidad.

En tanto, Ángel Espinosa, encargado del Centro Punto México Conectado de Querétaro, explica que sólo en el curso de robótica, entre 2016 y 2017 tuvieron 2 mil 100 alumnos inscritos en dos grupos, uno de robótica para niños, de ocho a 15 años y después para jóvenes y adultos, que van de los 15 años en adelante.

Ángel explica que Punto México en Querétaro no sólo recibe a alumnos del estado, pues por la cercanía con algunos puntos de Guanajuato, es más sencillo trasladarse a Querétaro que la capital de su entidad, teniendo un alcance regional.

“El interés del centro es poder detectar en ellos [los niños] talentos que quizá ellos mismos no sabían que tenían. Tenemos niños que quizá nunca habían tenido oportunidad de programar un robot y que cuando llegan aquí se les proporciona, se les ponen en las manos las herramientas adecuadas, y descubren habilidades que quizá no sabían que tenían”, precisa.

Agrega que todos los servicios que brinda Punto México en Querétaro son gratuitos, incluso los materiales los proporciona la misma institución.

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