En los más de 378 mil kilómetros de carreteras en nuestro país hay tramos donde un equipo de policías federales están velando minuto a minuto por la seguridad de quienes por ahí transitan. Pero, ¿qué necesidad tienen estos oficiales de estar más de ocho horas circulando en largos tramos de la carretera? Ante los niveles de violencia que hay contra las fuerzas del orden en nuestro país, y los riesgos que corren los policías al enfrentar a las células del crimen organizado, todo parece indicar que ese no es el trabajo ideal.

Sin embargo, cuando Erick García, agente de la Policía Federal destacamento Querétaro, habla al respecto, se puede entender qué lleva a las personas a formar parte de una de las policías más cuestionadas y poco reconocidas de México.

A pesar de la descalificación, dice sentirse orgulloso de pertenecer a este cuerpo de seguridad.

Mientras el agente habla sobre sus experiencias, algunos de sus compañeros están a la expectativa porque ver a un reportero cerca ya no es tan familiar como lo era antes, hoy, dicen ellos, “corremos los mismos riesgos en el trabajo”.

Para Erick, desde muy joven una de sus convicciones era servir y apoyar a su comunidad. Por la forma de vida en su natal Veracruz, contar con alguien que apoye es fundamental para vivir tranquilo, y eso fue lo que despertó en él querer enrolarse en las filas de la policía.

“Apoyar a la gente, a la ciudadanía, querer servir a los demás a cambio de nada es un trabajo que me gusta bastante y que día con día realizo con muchas ganas”.

Ser valiente es una de las características de aquellos que quieren pertenecer a la policía porque la inseguridad se recrudece en varias zonas de México.

“Es una labor que solamente entendemos nosotros, día a día salimos de nuestra casa y no sabemos si vamos a volver. No me da miedo, es parte de lo que tenemos que entender. Mi familia también lo acepta, o al menos están conscientes de que podría pasar que un día ya no regrese”.

Su punto de vista, como ciudadano sobre la situación del país, es que no estamos tan mal como se cree: “Una convivencia sana me lleva a tener una vida tranquila; me siento seguro en mi país”.

Apoyo entre compañeros.

El trabajo en equipo es necesario para garantizar la seguridad de la sociedad, “[las autoridades] deben contar con integridad, ser confiables, responsables, y tener la convicción de servir a nuestro país. Estas características las traen de nacimiento y las van adoptando. En nuestra formación, los que queremos ser policía federal, tenemos esa convicción, pero con nuestra profesión eso se refuerza”, señala.

Durante un año estuvo en capacitación en la academia de la Policía Federal en San Luis Potosí: “Es difícil dejar el tipo de vida civil para integrarte a una formación tipo militarizada, adaptarse a la disciplina, a los nuevos hábitos que tienes que hacer, a estar sin tu familia”.

Y aún más complicado cuando el trabajo te lleva a lugares como el estado de Guerrero: “Es una situación muy diferente a la de Querétaro, pero es una orden que se debe cumplir, no hay opción a pensar, nosotros al tener la convicción tenemos que cumplir con nuestra misión, con profesionalismo. Estuve casi cinco años en Guerrero, hubo riesgos como en todos lados. Cada lugar tiene diferentes situaciones, pero allá los riesgos son más altos”.

“Frustramos un asalto en la carretera, era una familia, nosotros nos percatamos del hecho, iniciamos con la aplicación de protocolos para atender este tipo de situaciones, afortunadamente, con una buena coordinación, pudimos detener a los implicados y la familia resultó ilesa”, detalla Erick García sobre una de las experiencias que vivió en las carreteras del territorio guerrerense.

Convicción personal.

Sobre el día en que le fue entregada su arma y su equipo profesional de policía, Erick contesta tranquilo: “Sentí una gran satisfacción personal porque logré lo que quería ser [como profesional]”.

Aclara que tiene claro su objetivo como autoridad policiaca: “Me quiero superar día a día. Hay algo que no dejaré de lado, que es servir a mi país”.

Como integrante de la Policía Federal, Águila, como le dicen sus compañeros , pide a la ciudadanía que duda de la honorabilidad de la corporación, dar el voto de confianza, pues es cierto que han existido situaciones que ponen en entredicho la responsabilidad de quienes forman parte de la institución.

“Sabemos que hay personas que no se comportan como debieran, pero no quiere decir que todos somos iguales, obviamente las personas no nos conocen, solamente nos ven con uniforme. Muchas veces somos héroes anónimos. Por ejemplo, en un hecho de tránsito salvamos la vida de las personas o auxiliamos a la gente en carretera, la población cambia su perspectiva sobre nosotros. Con un simple gracias nos damos por bien servidos, o a veces ni con eso, basta con ver que la gente está bien y que nos regalen una sonrisa, ya con eso estamos satisfechos, por eso les pedimos que confíen en su Policía Federal”.

A 90 años de la creación de la Policía Federal, miles de mexicanos trabajan en sus diferentes divisiones. Es una corporación que ha evolucionado y se ha adaptado a los cambios sociales de México, desde la integración de mujeres a sus filas y en sus diversos destacamentos, hasta la creación de equipos especiales como la Policía Cibernética y equipos tácticos preparados para combatir a la también evolucionada violencia e inseguridad que aqueja a todo el territorio nacional.

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