La Iglesia debió permanecer al margen respecto de la manifestación por la “familia natural”, realizada el sábado, apuntó Alejandra Martínez, presidenta de la asociación civil en pro de la diversidad sexual Aquesex.

Faustino Armendáriz Jiménez, obispo de la diócesis de Querétaro, manifestó su postura en contra del matrimonio igualitario como una expresión de lo que piensa Querétaro sobre la Familia.

Después de que el Frente Nacional por la Familia lograra congregar a 32 mil asistentes en la capital del estado para manifestarse en contra de las uniones del mismo sexo, Armendáriz Jiménez recalcó que todos los ciudadanos incluyendo clérigos y funcionarios públicos tienen derecho a expresar su opinión y manifestar su “amor a la familia”.

Ante esto, la presidenta de la asociación Aquesex, señaló que la Iglesia Católica debe ceñirse a las leyes mexicanas y no inmiscuirse en la vida pública y en particular, cuando este tipo de expresiones ya han sido calificadas como un acto de discriminación y segregación.

“El obispo debería de guardar silencio porque está incurriendo en un delito al inmiscuirse en la política pública de un país, mismo que él no tiene que haber esa intromisión por parte de organizaciones religiosas y ministros de culto.

“La iglesia católica tiene que mantenerse al margen y justo lo que vemos pues es que más de dos meses la iglesia católica estuvo insistiendo con sus bases para que vinieran a una marcha así. Me parece que una marcha basada en la manipulación, basada en la mentira es súper cuestionable y súper reprobable y justamente las acciones del FN para hacer una división tan grande en nuestro país tienen que tener consecuencias”, señaló.

En tanto, Armendáriz Jiménez sostuvo que con la manifestación del día sábado, expresó lo que piensa Querétaro sobre la familia, además de que calificó este movimiento como una marcha alegre que expresa el amor a la familia, negado de esta manera, que se trate de una expresión de odio.

“Yo creo que como ciudadanos, todos clericós y religiosos y funcionarios públicos tienen derecho a decir Yo amo a la Familia. Si algún ciudadano, digo un funcionario pues también respeta. Tenemos que respetarnos es el punto de referencia para una convivencia fraternal, para una convivencia de hermanos”, dijo.

Alejandra Martìnez sostuvo que los servidores públicos deben de igual forma no inclinarse a favor de determinados grupo, pues además de ser políticamente inadecuado, incurren en el delito de discriminación.

“Los diputados son servidores públicos […] bajo esa investidura es justo su acción, su responsabilidad que tienen es garantizarle los derechos a todas las personas, y no a inclinarse a favor o en contra de determinados grupos. Nos parece peligroso, que es inadecuado, que están incurriendo en el delito de discriminación.

“Es muy grave lo que está ocurriendo y lo que puede suceder si no se paran estos discursos que nos separan […] me parece que los enemigos no somos nosotras y nosotros mismos, no son los gays no son las lesbianas. Los verdaderos enemigos en este país es la corrupción, la pobreza, es la delincuencia, es la violencia, los malos políticos esos son los verdaderos enemigos”, agregó.

Ante los señalamientos que denunciaron la coacción por parte de la Iglesia Católica al obligar a los miembros de escuelas religiosas a asistir a la marcha para que no se les retirarían las becas a los estudiantes, Faustino Armendáriz calificó estas acusaciones de interpretaciones, desconociendo así, los argumentos para las mismas y asegurando que no existen pruebas.

Agregó que la parcialidad mostrada por los legisladores los hace objeto de una denuncia por omisión, al recordar que en una democracia se deben expresar todas las opiniones y abrazar todas las formas de pensar.

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