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El Centro Social Comunitario Cristo Obrero fue inaugurado por la presidenta del Sistema Estatal de Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Sandra Albarrán, en conjunto con el obispo de la Diócesis de Querétaro, Faustino Armendáriz.
Este espacio busca ofrecer alternativas para abatir problemas como el desempleo y el analfabetismo en el municipio de Ezequiel Montes. El proyecto nació a partir del interés de la orden de las Misioneras Filipenses, quienes buscaban brindar apoyo a los habitantes de la demarcación para solucionar problemáticas sociales.
Sandra Albarrán destacó que en 2009, la religiosa Elvira Álvarez le expuso una maqueta con el proyecto de un Centro Social Comunitario, por lo que comenzaron a planear trabajos para lograr su edificación.
Dicho centro tuvo una inversión de 3 millones 997 mil pesos y para su edificación fue necesaria la participación de la comunidad, es decir, de los migrantes de Ezequiel Montes que están radicados en los Estados Unidos, del gobierno del estado, del municipio y de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
“Este es un ejemplo de que cuando unimos esfuerzos y trabajamos por nuestra gente, todo se puede lograr”, manifestó Sandra Albarrán.
El Centro Social Comunitario cuenta con una construcción de 545 metros cuadrados, en los que tendrá capacidad de atender a más de 300 personas con cursos para el trabajo, clases de regularización para menores y de alfabetización para los adultos.
La presidenta del DIF dijo que la edificación significa un ejemplo de “bondad, esperanza y unión” que, en breve, brindará apoyo con capacitación y desarrollo humano para los miembros de la comunidad.
“Serán historias de éxito de muchas mujeres y muchos niños que tendrán herramientas para salir adelante y para poder construir una nueve vida”, consideró.
Por su parte, el presidente del patronato del centro, José Juan Trejo Feregrino, agradeció el trabajo que servirá para que los habitantes puedan optimizar su calidad de vida.
Señaló que las Misioneras Filipenses ya se encontraban velando por los más necesitados desde 2001. Sin embargo, requerían de un lugar fijo para realizar esa labor.
“Este centro es y será un lugar de encuentro abierto para todos donde se aprende enseñando y se enseña aprendiendo”, concluyó.
