Un segundo debate llegó este domingo para los candidatos a la presidencia de México, no me enfocaré en lo que todos vimos, un lamentable intento de desacreditación entre ellos mismos, y digo lamentable porque de verdad no hay a cuál irle, se ponen el pie por sí solos.

Aún quedan temas por debatir,  a mí me gustaría escuchar sus propuestas para el deporte de alto rendimiento, de nuevo ¡alto rendimiento!, porque ninguno, hasta ahora, ha hablado  específicamente de este tema.

Sé que muchos van a decir que hay cosas más importantes, pero parafraseando a Valdano digamos que “el deporte es lo más importante de lo menos importante”, el deporte es un excelente conductor de buenos ciudadanos, de personas comprometidas y con hambre de objetivos, si les das deporte a los jóvenes, cosecharás un futuro con una sociedad proactiva.

Quisiera soñar con que serán proyectos claros, y no como muchos gobernantes se sacan de la manga: carreras atléticas, entrega de balones, pintura a unas canchas en mal estado y ya con eso piensan que se va a reforzar el “tejido social”. No señores, si bien la infraestructura es importante, también se necesitan profesionales en educación física y ciencias del deporte, metodólogos y sobre todo gente que ame el deporte. No es lo mismo ponerlos a ellos a cargo de algo tan importante como la Comisión Nacional del Deporte, que poner a alguien que se hacia o intentaba hacerse cargo de la seguridad de un estado.

Casos como el de Paola Pliego, donde se está comprobando la corrupción que existe en la Federación Mexicana de Esgrima, y que también afecta a los atletas queretanos. ¿Cómo es posible que 20 países estén a favor de una atleta que está luchando por sus derechos, y que en México se hacen de la vista gorda? Candidatos, por favor, no dejen el deporte para luego, no dejen que el talento de los jóvenes termine en una oficina, en un archivo y que las personas que tanto daño le hacen al deporte sigan paseándose con dinero público y peor aún, acabando con el sueño de muchos jóvenes.