Este 24 de abril inició la Universiada Nacional, más de 8 mil atletas y futuros profesionistas están reunidos en la Universidad Autónoma del Estado de México  para competir en las 26 disciplinas que ofrece el Condde.

Esta es la época del año crucial para varios deportistas  que aspiran seguir en el mundo deportivo, y a la par tener una formación universitaria. Es la época del año más importante de los universitarios, pero con pocos reflectores.

Algunos de los atletas que siguen su proceso de alto rendimiento cuando llegan a la educación superior son los chicos que posiblemente lleguen a Juegos Olímpicos. Ejemplos muy claros como el de Diego del Real, quien ya tuvo su primera oportunidad en Río de Janeiro. ¿Entonces, por qué no son tan llamativos para la prensa?

Basta con echarse un clavado a las universidades y descubrirán atletas de renombre, que han representado a México a nivel internacional, tenerlos compitiendo en algún estado del país, dependiendo cuál sea la sede de Universiada, es un agasajo y una gran oportunidad para entrevistarlos y conocerlos  a fondo.

Hace unas cuantas columnas, hablé sobre un chico de la UAQ que denunciaba la falta de empatía  de sus profesores, respecto a las faltas al aula por las competencias. El momento llegó, las ausencias ya se están dando, catedráticos por favor, apoyemos (no el talento) el coraje y el hambre que tienen los jóvenes por ser mejores personas.

Mi admiración  para los que están en la UAEM peleando por sus sueños y a la vez, pelean en los salones de clase por buscar un futuro mejor. El deporte es fundamental en la vida de un ser humano, es tan importante como los estudios, ambos nos ayudan a tener una sociedad de calidad. Apoyemos la creación de buenos ciudadanos, y aunque ya hayamos pasado la etapa universitaria, seamos partícipes de esa buena sociedad.

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