En dos cuartos con techos de láminas de asbesto, Giovana y Mario, presuntos agresores de la niña Fátima, pasaron los últimos días antes de ser detenidos.

Fue en la comunidad de La Palma, en el municipio de Isidro Fabela, donde los presuntos delincuentes intentaron esconderse de las autoridades tras perpetrar el crimen.

Gracias a una denuncia ciudadana, los policías municipales llegaron hasta el lugar, que carece de servicios y cuyas ventanas están cubiertas con cartones.

El inmueble construido con blocks, que albergó a la pareja, está próximo a la casa de un familiar de Mario. Dentro, sólo se halló una mesa de plástico, algunos carritos de juguete y envases de leche y jugos que presuntamente la pareja consumió previo a su detención. No hay otro mueble que brinde la más mínima comodidad.

Un cobija en el suelo y cartones parece que era la cama de la pareja.

Afuera, al parecer ambos prendieron una fogata para cocinar o aminorar el frío, porque los cuartos apenas tienen un foco, cuya energía alimenta una extensión conectada a la vivienda de al lado. No tiene gas ni sanitario y está en la ladera de una barranca.

Cuando estaban a punto de ser detenidos, el hombre y la mujer ofrecieron 500 pesos a los policías municipales para que los dejaran en libertad. Fue por el delito de cohecho que fueron asegurados y por eso permanecen en las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, en tanto se liberan las órdenes de aprehensión en la Ciudad de México, donde se le impute el delito secuestro y sean trasladados a un penal.

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