El obispo de la Diócesis de Querétaro, Faustino Armendáriz, lamentó que quienes están encargados de dirigir los destinos de la ciudad, del estado y del país se pierdan y pierdan el tiempo en conflictos, cuyos únicos afectados son los ciudadanos, además de señalar que en México hace falta paz, ante tanta violencia que se vive a diario.

Sobre las figuras públicas y actores políticos que se han sumado a la peregrinación de unos años a la fecha, tratando de ganar alguna credibilidad, el obispo Armendáriz Jiménez subrayó que no vale la peregrinación de nada, si no hay coherencia de vida.

“Cuando se peregrina es porque se va luchando y esa lucha y ese esfuerzo se hace por peregrinar, por caminar, por afrontar los desafíos del camino, es la misma lucha que se tiene que hacer en el caso de un político, de un servidor público, se compromete a servir a su pueblo. Debe ser transparente, lo debe hacer con el deseo de servir y no de servirse” enfatizó.

Añadió que la peregrinación está abierta a todas las personas, y todos los que sientan el deseo de sumarse lo pueden hacer, a proclamar su fe, pues es lo que se pone de manifiesto en la caminata al Tepeyac, además del amor a la Virgen y el amor a Jesucristo.

El obispo destacó que ya son 58 años de la peregrinación de las mujeres a la Basílica de Guadalupe y 127 de la de los hombres.

“Creo que esto es un testimonio evidente del amor de Querétaro, de nuestra Diócesis a la Santísima Virgen María de Guadalupe, y se une a todo el fervor de México y a todo el clamor de México, que acude a la Virgen con las manos llenas de gratitud, pero también con las manos llenas de oraciones y peticiones, especialmente pidiendo por la paz. En nuestro país hay mucha violencia. Necesitamos a la Virgen, necesitamos acudir a su intercesión”.

Llama a orar por la familia. Asimismo, dijo, para pedirle por lo que llamó la familia instituida por Dios, formada por padre, padre, hijos, que también necesita mucho de la ayuda de María, la Virgen y de Dios.

“La peregrinación de Querétaro es una bendición para nuestro estado y para nuestra Diócesis, por eso, la invitación es permanente a todos los queretanos, a dar testimonio, a dar buena noticia, a ser evangelio que peregrina para el mundo, para el país, y para todos los lugares por donde van pasando”, aseveró.

La caminata al Tepeyac, añadió, busca contribuir a la paz, para generar comunidad y armonía, quiere ser un vehículo para que se acaben las divisiones, independiente de partidos y todo lo que divida a la sociedad y a la familias.

Armendáriz Jiménez precisó que la peregrinación quiere ser un oasis de paz, además de que subrayó que la Iglesia, al ser fundada por Dios, genera certidumbre de poder seguir realizando una tarea que ayude al pueblo.

“Hay hermanas y hermanos que sacrifican su vida, en todos los rincones de nuestra patria, en todos lo rincones de nuestra Diócesis. Lo que queremos es contribuir, coad-yuvar con todo lo que las autoridades puedan hacer en medio de un mundo tan difícil, tan secularizado y en donde tenemos que sembrar el valor del Evangelio”, sostuvo.

En peregrinaciones anteriores se ha visto la presencia, sobre todo los fines de semana, de diputados o diputadas, funcionarios, secretarios, que deciden acompañar por unos kilómetros a los fieles, que caminarán durante toda esta semana que viene hacia la Basílica de Guadalupe; a donde se espera que la columna de caminantes llegue el próximo domingo 23 de julio.

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