Con mucho esfuerzo, Adrián ganó decenas de medallas como deportista de lucha olímpica, pero este jueves solo se lleva en la bolsa 200 pesos tras un largo día pidiendo monedas en semáforos de la Ciudad de México.

Hay días buenos y malos. En algunas ocasiones dice, llegó a obtener hasta mil pesos de moneda en moneda que le regalan los automovilistas.

A la vez recuerda con tristeza, aunque también con orgullo, cuando quedó en último lugar en su primera competencia regional en 2018.

“Perdí todos mis enfrentamientos, quedé en el último lugar pero en el 2019 volví a calificar, fui a Tabasco y avancé, obtuve un tercer lugar”, dijo en una charla con EL UNIVERSAL.

Adrián, alumno de la UNAM y luchador

Adrián García tiene 20 años, pero desde que entró a laPreparatoria 7 de la UNAM (a los 15) se enamoró de este deporte, desde entonces ganó torneo tras torneo convirtiéndose en campeón universitario y llevándose a casa muchas medallas. Hoy las usa para pedir dinero en las calles.

El joven deportista se cuelga las preseas antes de pasar de coche en coche y con una sonrisa pregunta a los conductores que esperan en el alto del semáforo si gustan apoyarlo.

Justo en medio lleva una que tiene un valor especial para él, la de Talento Académico-Deportivo, se la dieron por ser un alumno destacado y por haber ganado un torneo nacional, “el mejor deportista de la UNAM”, dice y se le infla el pecho junto a sus reconocimientos.

Es estudiante de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, no el mejor, pero sí uno comprometido con estudiar, incluso se ha perdido de torneos importantes pues, asegura, tenía tarea que hacer.

Actualmente pide dinero en el semáforo que se encuentra saliendo de la estación del Metro Centro Médico, porque ahí los comerciantes son amables con él, no como en la alcaldía que vive, Iztapalapa, donde lo han amenazado y hasta agredido por estar “en su zona”.

Su sueño, entrenar en Rusia

¿Por qué pides dinero? Se le pregunta y explica que desde que comenzó a practicar este deporte ha buscado trabajo, pero “es imposible” explica, porque los horarios lo obligarían a dejar la escuela o la lucha, cosas que son esenciales para él, por eso desde la prepa vendía dulces en los camiones y limpiaba parabrisas, para solventar los gastos que exigen la disciplina que practica.

"Si las guerras han parado por Navidad, deberían parar por el deporte, yo quiero eso”: Adrian García

Un entrenador le dijo que habría un campamento de lucha en Colombia. “Solo tenía que pagar el viaje, pero ni pasaporte tenía; gracias a las monedas que me dan pude conseguirlo”.

No obstante, dice, no ha recibido más información de ese viaje, pero es optimista, sigue ahorrando. “Ese dinero no lo toco porque también quiero ir a Rusia a entrenar”.

Ante la sorpresiva respuesta se le cuestiona por qué ir a aquel país que actualmente está en un enfrentamiento armado contra Ucrania y Adrián es claro. “Son los mejores en la disciplina, me gustaría aprender de ellos para después representar a mi país; sé que es peligroso, pero espero que el conflicto se acabe, si las guerras han parado por Navidad, deberían parar por el deporte, yo quiero eso”.

Se pone la luz roja y cruza con velocidad la avenida de coche en coche a pedir ayuda. Muchos conductores en lugar de dinero le dan supuestos consejos: “mejor deberías trabajar”, “que te ayude el gobierno”, “estás chavo, mejor haz otra cosa” y se van.

El joven deportista les responde con una sonrisa y a veces chocando puño con puño.

Adrián ahora está en dos ligas y también representa a la Ciudad de México, ante la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) pues espera recibir apoyos si mejora, pero le falta experiencia, considera.

Por eso quiere viajar a otros países porque su sueño es ser campeón olímpico, pero necesita conocer, aprender, entrenar, luchar y, además, dinero, que a veces consigue, en semáforos de la capital que lo sigue viendo crecer.

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