El deterioro de la relación de Josep Guardiola con Lionel Messi en Barcelona pudo haberse debido a un refresco, según Hans Backe, ex entrenador de los Red Bulls de Nueva York.

Backe contó, en entrevista al canal sueco TV4, que retoma el diario Marca, que previo a un partido de la temporada 2008-09, Messi interrumpió la charla de Guardiola para pedir un refresco, a lo que el entrenador respondió que antes de los duelos no se podían tomar esas bebidas.

Siempre según Marca, ante la negativa de Guardiola, Messi hizo caso omiso, se levantó y agarró un refresco y se lo tomó delante de todos sus compañeros. Pep no reaccionó, pues sabía que el peso de 'La Pulga' en el equipo era enorme.

"Era una batalla que Guardiola no podía ganar", contó Backe en la entrevista televisiva, en la que aclaró que no le importa que alguien lo demande por contar esta anécdota. "Tengo una larga lista de abogados detrás de mí, no me importaría que me denuncien".

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