Durante 20 años en Cruz Azul han rondado todo tipo de fantasmas, que al paso de cada torneo cobran y cobran más fuerza, como el miedo a ganar... a trascender.

Pero hay un español que no cree en fantasmas y no tiene miedo.

Édgar Méndez, asegura que se han exorcizado esos espectros, con la clasificación a la Liguilla. “Esos fantasmas se han ido, pero para que se vayan por completo hay que llegar lo más lejos posible”, dice el ibérico, uno de los principales motores de La Máquina en este torneo.

Las cadenas que se arrastraban y que semana a semana se volvían más pesadas, se han difuminado gracias a haber ganado dos juegos seguidos y clasificar, al fin, a las finales.

Se han dado pasos firmes, “costó trabajo, pero lo merecíamos. Durante todo el torneo fuimos a buscar el triunfo y aunque al final nos costó, lo conseguimos. Fue sufrido, hay que aceptarlo, más por todo lo que se arrastraba, pero en el torneo hemos sido dominadores en la mayoría de los partidos que hemos tenido; hemos estado entre los primeros lugares durante casi todo el torneo”, son pruebas son irrefutables.

Se diga abiertamente o no, la presión que oprimía los hombros de los cementeros se ha hecho más liviana. “Varios compañeros venían viviendo cosas feas desde hace mucho tiempo, pero reitero, este año ha sido muy completo y bonito. Hemos perdido pocos partidos (4), al final hemos sabido sufrir y los resultados se han dado gracias a eso”.

Y por eso, y sólo por eso, Méndez afirma: “Nos hemos sacado los fantasmas. Hemos sido sólidos y lo demostramos en el momento justo. En los juegos contra Morelia y contra Veracruz hemos mostrado nuestra verdadera cara”.

Una cara que afirma, ha exorcizado fantasmas, esos espectros que no dejaban al cuadro avanzar: “Ya clasificamos y ya ganamos dos partidos seguidos”.

Y sacando el Paco Jémez que lleva dentro, no dudó en señalar: “Ustedes [los medios] decían que Cruz Azul era capaz de lo peor, peor también es capaz de muchas cosas más”.

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