Desde pequeña, Paola Longoria soñó con ser la primera racquetbolista del mundo. Hoy, con tan sólo 23 años de edad, puede presumir de haber conseguido la proeza y sumar su cuarto año consecutivo en la cima de la Women’s Professional Racquetbal Organization (WPRO).

Nacida el 20 de julio de 1989, en San Luis Potosí, Paola es de las pocas atletas capaces de ostentar una trayectoria tan dominante. Tan sólo en 2012 logró adjudicarse cinco campeonatos internacionales y llegar a 61 sets sin conocer la derrota. Es la reina del racquetbol y, como tal, está consciente del gran compromiso que esto significa.

“Se dice fácil estar de número uno, pero no; es muy difícil llegar y es más difícil mantenerse. Todo este año me voy invicta, gané todos los torneos, logré una de mis metas: ganar el Campeonato Mundial [en Santo Domingo, República Dominicana], porque era el único título que me faltaba en singles”, recuerda Longoria, orgullosa de su inmejorable 2012.

“Pero —agrega— de repente sí [siento presión], porque, el ser la jugadora a vencer; todas mis rivales me juegan a morir. Es un reto y un compromiso para mí. Estoy segura de que muchas niñas se preparan para ganarme, pero sabemos el compromiso grande que hay y nosotros trabajamos fuerte para defender estos títulos”.

Mantener la constancia también tiene sus sacrificios. La exigencia deportiva ha alejado a Paola del ámbito social, por lo que aprovecha cualquier momento para relajarse.

“También soy una chica normal. Me gusta salir con mis amigas, ir al cine, estar en las redes sociales, pasar tiempo con mi familia, aunque a veces es complicado y me pierdo fechas especiales por estar en los torneos”, lamenta.

Paola, actualmente, estudia el último semestre de Ingeniería Mecánico Administrador en la Universidad de Nuevo León y es socia de una marca de ropa, “pero mi prioridad es seguir disfrutando del deporte y mantenerme en el número uno”, confiesa en entrevista para EL UNIVERSAL.

La triple medallista de los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 inició su carrera deportiva a los 10 años. Fue entonces cuando adquirió el gusto por los juegos de raqueta y se apasionó por el racquetbol, por ser el “más explosivo y rápido” de todos.

“Siempre he dicho que, para todos los deportes, así entrenes mucho, si no tienes la mentalidad ganadora, ese espíritu de ‘soy un guerrero y quiero lograr mis metas’, pues no sobresales. Y el racquetbol me ha ayudado mucho a descubrir esta mentalidad”, asegura Paola.

La potosina es invencible. Está en su mejor momento y sabe que puede ampliar su cosecha de triunfos, mas ahora quiere pasar la temporada navideña con sus seres queridos, quienes la han apoyado desde que inició en esta odisea; luego pensará en el próximo compromiso deportivo: el Torneo de Cincinnati, a finales de enero de 2013.

“Ya nos estamos preparando para el próximo año, aunque éste es uno de los meses que más disfruto, porque puedo estar con la familia y los amigos. Eso es algo que también uno, como deportista, necesita. Y esperemos que en enero podamos regresar con otra victoria”.

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