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En el ‘Mundo América’ nada parece importar cuando se está en el umbral de la gloria... Ni siquiera el evidente resquebrajamiento de un grupo al que, aparentemente, sólo mantiene unido el deseo colectivo de dar la vuelta olímpica el domingo.

A unos cuantos días de medirse con los Tigres, en el primer capítulo de la final del Apertura 2014, las Águilas se enfrentan a una importante crisis fuera del campo, generada por la ruptura de Antonio Mohamed con un titular indiscutible (Paul Aguilar), la inminente salia del ‘Turco’ y la posible llegada del uruguayo Gustavo Matosas, así como la sorpresiva contratación de su primer refuerzo para 2015: el delantero colombiano Carlos Darwin Quintero, quien proviene del Santos Laguna.

Situaciones que podrían derrumbar a cualquier grupo, pero los amarillos presumen su blindaje emocional.

“No estamos inmiscuidos en este tema”, sentencia el portero Moisés Muñoz. “Hemos cerrado nuestro círculo, grupo, y todas las pedradas, balazos que vienen de fuera no han logrado entrar, lo cual nos permite estar jugando una final más”.

Aunque eso no evita que las sonrisas pierdan intensidad cuando escuchan el nombre de Paul Aguilar, quien fue separado del plantel —previo a las semifinales contra el Monterrey— por cometer una indisciplina.

Intentan estar al margen, porque su mente sólo está en obtener el duodécimo título azulcrema.

“Estamos enfocados en lo que queremos. Deseamos evitar que cualquier fuente externa de distracción afecte al grupo”, afirma Oribe Peralta, quien es respaldado por el contención Jesús Molina: “[En] nada afectan [estas situaciones]; al contrario, eso une más al grupo, estamos más comprometidos e ilusionados que nunca”.

Versión compartida por la directiva, esa que ha sido criticada debido a llegar a un acuerdo con Quintero antes de que finalizara el actual certamen y hasta por no tratar de renovar el contrato con Mohamed.

“Si el equipo estuviera roto, los jugadores no se matarían como lo están haciendo en el terreno de juego”, recuerda Ricardo Peláez, presidente deportivo americanista, en declaraciones a Televisa Deportes Network. “Cuando hay problemas en la casa o en el trabajo, ahí se deben solucionar”.

“No estoy diciendo que todo sea color rosa, pero uno no tiene por qué salir a ventilar los problemas que se deben solucionar dentro”.

A final de cuentas, según subraya Muñoz, nadie está por encima de cualquier institución.

“No conozco un equipo profesional en el que un jugador, o dos o tres, sean más importantes que el club”, comenta. “El grupo siempre va a ser lo más importante. Nos hemos mantenido de esa manera y afortunadamente estamos en una final más”.

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