Apuesta a la pobreza el Presidente de la República. La pandemia si bien es perjudicial para la salud de miles de mexicanos, pronto pasará. El mayor reto está por venir. Provendrá de la agudeza del daño que provocará la pandemia en la planta laboral, de por sí diezmada por la errática política económica del gobierno de la 4T. Andrés Manuel López Obrador vulnera derechos preestablecidos, ahuyenta las inversiones, en la búsqueda de consolidar su plan ¡Primero los pobres! Plataforma política social del Presidente, sin importar que, para conseguir su objetivo, con la aplicación de las medidas del plan de desarrollo del gobierno, provoque empobrecimiento de quienes hoy son empleados, trabajadores, medianos o pequeños empresarios. El pronóstico es aterrador, ampliar la base de pobres. Especialistas, empresarios y el común de la gente no está de acuerdo con el “plan emergente del Presidente”, basado en aplicar la mayor cantidad del presupuesto en sus programas, con la ilusión de crear 2 millones de empleos que dependerán del erario, el Estado como motor principal del crecimiento de la volátil e incierta economía ¿Cómo pretende alcanzar la meta? Sencillo, que 22 millones de pobres sean acogidos por los programas del gobierno; generando 2 millones de empleos; prestando a microempresarios y endeudando a los trabajadores para adquirir vivienda ¿De dónde obtendrá los recursos para su programa? Del dinero fresco que le generará la desaparición de Fideicomisos, de lo que resta del Fondo de Estabilización Económica y 3 mil millones de pesos que “sacará de la bolsa” de la burocracia federal. Inamovibles sus proyectos.

El Presidente insiste: va de frente en la aplicación de su Plan; abandona las políticas neoliberales de rescatar a ricos en perjuicio de los pobres. Esto último nadie lo ha pedido. El “programa emergente”, conlleva violación de derechos constitucionales y laborales de cientos de empleados de la burocracia, al reducirles el sueldo y quitarles el aguinaldo. Él mismo se bajará el salario y, con aquello de que nadie puede ganar más que el Presidente, pasará a perjudicar a empleados de otros Poderes y organismo autónomos. Exige a los contribuyentes paguen impuestos para que la recaudación no decaiga. 50 mil millones están en litigio y los quiere ¿Qué sucederá con empresas que cierren y trabajadores que pierdan sus empleos? No pagarán impuestos. La crisis galopante con el peligro de incrementarse por la tozudez del Presidente. La única fuente de riqueza proviene del trabajo, algo que no entiende. Por eso los empresarios solicitan apoyos económicos y fiscales —no regalos— para pagarlos pasada la crisis.

Los recursos públicos son finitos. ¿De dónde piensa obtener más dinero el gobierno cuando agote todo lo que tiene a la mano? ¿Va por la estatización de la banca, congelar cuentas bancarias de particulares, expropiaciones? Los empleos formales son la única fuente que genera impuestos para el gobierno, no hay más; el petróleo dejó de ser fuente inagotable. La informalidad no genera impuestos, mucho menos las “dádivas sociales” ¿Por qué despreciar las propuestas de los empresarios? Dos visiones distintas ante una sola realidad. Entre tanto, la economía se hunde. El Presidente de la República apuesta doble contra sencillo a su política social, aunque no genere empleos ni aumente la recaudación; va por más pobres ¡Suicidio de un régimen populista!

Analista legislativo. @HectorParraRgz

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