Entre el acercamiento virtual del inversionista con franquicias, el estreno de marcas y la inauguración de sucursales aún en la pandemia, culminó octubre, pese a todo, un mes rescatable para este modelo de negocio.
Francisco Segura, director de Comexposium, artífice en provocar la Primera Expo Franquicias Virtual de México, con una idea que parecía descabellada y excepcional en este negocio global, extenderla durante 28 días, reveló que 31 mil emprendedores en su rol de cibernautas decidieron dar el clic y convivir con un ciento de franquicias y expertos en conferencias a la distancia.
La Asociación Mexicana de Franquicias, AMF, organizador también de la muestra virtual, reveló como colofón a octubre, el top five de las cinco entidades con el mayor tráfico de franquicias y con ello, este modelo de negocio ser foco de desarrollo para la economía de sus ciudades: CDMX, Jalisco, Nuevo León, Puebla y como era de esperarse, Querétaro, entró a este ranking.
¡Sonora, protestó por su no inclusión! De acuerdo con la Asociación de Franquicias del Norte, Afranor, existen 129 marcas locales con más de mil 500 puntos de venta en el país y una decena de ellas, ya lograron traspasar fronteras con sus firmas. “La AMF, no nos toma en cuenta ya que estamos muy lejos de ellos y no hay afiliación… pero son cifras oficiales que tenemos en la Secretaria de Economía de Sonora”.
Octubre en medio de la contingencia sanitaria y económica, significó la apertura de nuevas marcas y sucursales y aquí ennumero varios ejemplos: Los Dogos y Salad Fresh Michel, Querétaro; La Piojería y Santas Alitas, Jalisco; Simplemente Deli, Colima; Más Churro, Michoacán; Carnitas Lalo y Sugar & Co, Sonora; Cinnabon y Denny’s, Jalisco y CDMX, entre algunas más.
Mención aparte significa el estreno de la marca jalisciense, Chilaquiles Doña Félix, considerada como el nuevo fast food en la comida mexicana, pues el plato típico se sirve ahora en una vistosa cajita de cartón, con el aval de una firma casi centenaria, Raspados Jalisco.
Y es que no paran los hermanos Mora, Samuel y David, la tercera generación de una familia que ha desprendido desde el barrio tapatío, franquicias en alimentos y bebidas que hoy están ya en Canadá, Colombia, Panamá y los Estados Unidos, además del suelo nacional.
Quieren mostrar que los chilaquiles después de los tacos son el mejor negocio, servidos en dos y tres minutos, en sucursales pequeñas de 3 por 3 metros para llevar a domicilio. “Es ahora o nunca” respondió esta dupla de empresarios a cercanos que les advertían sobre el magro momento provocado por el Covid.
Con salsas de su creación, totopos por demás crujientes y combinaciones que confían, estimularán a toda hora, la compra de la “cajita feliz” de los chilaquiles al añadir pastor y milanesa, David y Samuel, van por la expansión en regiones como el Occidente y el Bajío, con una franquicia de baja inversión, que no superará los 200 mil pesos.
Además de ser artífices en la inventiva que ha renovado a su primera marca familiar, Raspados Jalisco, el binomio de los Mora, producen sus propios jarabes bajo la firma, que no podía ser otra, Jarabe Tapatío, y sus salsas para enchilados, Chamoy Chingón.
Buscan pues inversionistas en las figuras de franquiciatarios y distribuidores. Sin duda, gracias a estos empresarios “todo terreno” es que el sector franquicias, no la pasa del todo mal.
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