Como parte de la campaña para promocionar el sexto (y último) informe de Gobierno, la administración estatal ha comenzado a divulgar un video en donde el gobernador José Calzada Rovirosa dice adiós al gobierno del estado.

Con música de fondo un tanto melancólica y repleto de lugares políticos comunes, José Calzada explica que quiso ser gobernador “para servir a la gente de Querétaro”.

En el video, el mandatario estatal dice: “¿Cómo agradecer tu apoyo, tu entusiasmo? La sola palabra gracias no alcanza, tú creíste junto conmigo y así, juntos hemos crecido”.

Ilustrado con imágenes emotivas del gobernador, tomadas durante su gobierno junto a su esposa, Sandra Albarrán, José Calzada, con voz en off, continúa con su mensaje: “Sé que seguirás trabajando por tu familia, por tu futuro. ¿Y te digo algo? Sandra y yo seguiremos contigo. Nos llevamos tu ejemplo guardado en el corazón”. Y cierra con la frase: “Gracias por creer”. Es decir, el gobierno como un acto de fe.

Alejado de la grandilocuencia de informes de años anteriores, la campaña promocional de este informe parece estar marcada por la melancolía de dejar el poder.

Calzada Rovirosa llega a este último informe en pleno declive político. Perdidos los sueños de continuar su proyecto político a través del derrotado Roberto Loyola Vera, el aún gobernador tiene que enfrentar el amargo sabor de enfrentar el fin de su mandato en soledad política.

José Calzada tampoco pudo formar un equipo político sólido y eso se refleja con más intensidad en estos últimos meses de su administración. Su famosa generación dorada, los “Calzada Boys”, nunca estuvo a la altura política que demanda el estado.

Intentando emular la “nueva generación” que su padre Antonio Calzada Urquiza formara cuando fue gobernador en la década de los 70, los “Calzada Boys” son una quimera.

¿Quién de esos jóvenes sobrevivirá sin la sombra de su protector?

Si Calzada logró recuperar el gobierno de Querétaro para el PRI, ahora entrega el mando en peores condiciones, entrega al PRI en la derrota más grande de su historia. El poder se le escapó como agua entre las manos.

Su proyecto más fallido fue su delfín Roberto Loyola Vera. Alguien que había sido eficiente como secretario de gobierno, con un paso en la alcaldía capitalina en donde se intentó colocar su imagen. Como candidato nunca conectó con la ciudadanía y nunca supo enfrentar las crisis mediáticas que surgían.

En el ocaso de su mandato, José Calzada enfrenta un nuevo escándalo que lo ha puesto en la mira no sólo nacional, sino internacional. El escándalo del Hacking Team. La empresa italiana dedicada a la seguridad fue hackeada y se divulgaron documentos donde se muestra que el gobierno de Querétaro contrató los servicios de dicha compañía para monitorear actividades de ciudadanos.

Ante esto, la respuesta del gobierno ha sido negar el acontecimiento, aunque en el portal WikiLeaks ya se encuentren los correos electrónicos donde se muestra que hubo un contrato comercial con dicha empresa.

Lo importante de esta filtración es que aunque los ciudadanos sospechábamos del espionaje del Estado (recuerde usted la famosa frase “hay pájaros en el alambre”), estos documentos electrónicos nos dan la prueba de que el gobierno calzadista arrendó dicho equipo cibernético para obtener conversaciones en línea y llamadas telefónicas.

Si el gobierno calzadista se quejaba de que sus enemigos políticos los espiaban, el tiro les salió por la culata y han sido evidenciados que los que intervenían conversaciones eran otros.

Así, debilitado y con la nostalgia del poder que se pierde poco a poco, Calzada llega a su último informe de gobierno.

Periodista. @viloja.

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